“Nosotras parimos, nosotras decidimos”. La clásica consigna feminista a favor del derecho al aborto volvió a escucharse en las principales ciudades españolas donde el movimiento feminista convocó concentraciones simultáneas para denunciar el acoso a las clínicas acreditadas para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) y la persecución de las mujeres citadas a declarar por haber abortado.

En Madrid, profesionales médicas, médicos y personal de las clínicas que realizan abortos se sumaron a la manifestación que durante dos horas acogió voces de mujeres de todas las edades que reclamaron el derecho libre y pleno a elegir sobre su cuerpo y maternidad.

La concentración de Madrid fue la más multitudinaria, con la presencia de más de 4.000 personas, aunque las movilizaciones se realizaron en muchos pueblos y ciudades. Más de 50 entidades suscribieron el manifiesto feminista reclamando el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad y en el momento de la concentración ya había más de 2.000 personas que habían firmado autoinculpaciones por haber abortado.

“Menos moralinas, más información”, “Si el Papa estuviera preñado, el aborto sería sagrado” y “Estamos hasta el culo de tanto obispo chulo” fueron algunas de las consignas repetidas. La Iglesia también fue foco de las críticas en la concentración de Barcelona, menos numerosa (unas mil personas) pero no menos ruidosa.

Esta es una respuesta de rechazo a cómo se está tratando la decisión de las mujeres al querer interrumpir un embarazo y contra las acciones que los jueces.