El PSOE obtuvo la victoria aunque de forma menos cómoda de lo que aspiraba y las encuestas parecían señalar. Obtuvo el 43,6% de los votos y 169 diputados, 5 más que en la pasada legislatura. El PP alcanzó el 40,1% de los votos, 154 diputados (6 más), y recortó ligeramente distancias con el partido del gobierno. El aumentó de las dos formaciones principales dibuja un panorama más bipartidista, a costa de una fuerte bajada de los «socios preferentes» del PSOE durante la última legislatura (IU y ERC), con un mantenimiento del resto de formaciones. Estos resultados marcan una serie de interrogantes, que se complican con el análisis por comunidades autónomas: ¿cuáles fueron las transferencias entre las principales formaciones?, ¿cuál es la tendencia del nacionalismo y otras fuerzas? y, la principal para nosotros, ¿qué le ha pasado a IU?.
Las transferencias de voto entre PSOE y PP
La evolución de las dos principales fuerzas políticas ofrece panoramas muy diferentes en las distintas comunidades autónomas. Estas fuertes diferencias de tendencia es quizás el hecho más sorprendente, aunque menos manifiesto, de estas elecciones. Aunque a nivel global las dos principales fuerzas crecen, lo cual es un hecho único desde 1977, a nivel autonómico se reflejan importantes movimientos de voto entre el PSOE y el PP. De esta forma, en Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Madrid y Región de Murcia parecen existir trasvases importantes de voto del PSOE al PP. Sin embargo, en Aragón, Asturias, Extremadura, Galicia, Illes Balears y Euskadi la tendencia es la inversa.
El PSOE obtiene más apoyo en dos de sus considerados feudos: Extremadura (52,1%) y Andalucía (51,8%), con 11 diputados más que el PP. El PP crece en el sur-este peninsular, obteniendo sus mejores resultados electorales en la Región de Murcia (61,4%) y la Comunitat Valenciana (51,7%), donde en conjunto marca una distancia con el PSOE de 9 diputados. Sin embargo registra una tendencia descendente, en votos y diputados, en comunidades de voto tradicionalmente más conservador, como Galicia, Cantabria y La Rioja, e incluso Castilla y León (aunque aquí aumenta en porcentaje).
La mayor diferencia entre el PSOE y el PP se produce en Catalunya (28,9% de diferencia) y en Euskadi (19,6%), que se convierten en comunidades decisivas para el triunfo de Zapatero debido a la debilidad del PP. En estas dos autonomías el PSOE obtiene en conjunto el 43,4% de los votos y 34 diputados, frente al 16,8% y 11 escaños del PP. Sin Cataluña y Euskadi el PP habría ganado las elecciones, con el 45,3% de los votos y 143 diputados, frente al 43,4% y 135 escaños del PSOE. Zapatero no obtiene en estas comunidades un apoyo superior al del resto del Estado, sino que la diferencia fundamental es la debilidad del PP, por la competencia con CiU y PNV, que se convierte en el escollo principal que impide a Rajoy obtener la victoria.
Factores del descenso de Izquierda Unida
Izquierda Unida, junto a ICV y otras formaciones coaligadas, obtiene 963.040 votos, el 3,80%, y 2 diputados (sin contar con el voto de los españoles residentes en el extranjero); 346.671 votos menos (1,32%) que en 2004. Es el peor resultado de la historia de IU desde su fundación en 1986, y peor incluso que el que obtuvo el PCE en 1982.
La pérdida de votos parece tener dos direcciones: el PSOE y la abstención. Observamos que en gran parte del país, 7 comunidades autónomas y 19 provincias, el descenso de IU coincide con el descenso del PSOE, por lo que parece que una parte importante de nuestro voto se ha dirigido a la abstención. Además, ha registrado un descenso del voto muy superior al aumento del voto del PSOE, que también ha recibido trasvases de otras fuerzas políticas como ERC, CC, etc. Izquierda Unida, a igual que en las elecciones europeas, ha tenido problemas para movilizar a sus votantes.
Otra parte del voto puede parece dirigido al PSOE. No parece que en este caso el llamado «voto útil» sea la principal causa del descenso, pues las mayores perdidas de IU se registran en las provincias donde teníamos diputados o existían posibilidades: Madrid (61.476 votos menos), Barcelona (43.717), Bizkaia (32.199) y Valencia (32.078). Más bien puede deberse a una falta de autonomía y diferenciación de IU respecto al PSOE. De hecho han sido las formaciones que se han mantenido más próximas al gobierno, IU y ERC, las que más han bajado; mientras que el resto de fuerzas han tenido evoluciones diferentes: aumento de UPyD; mantenimiento de CiU, BNG y NaBai; y descenso de PNV, CC y ChA.
* Observatorio electoral de la FIM