España, un país desarrollado, miembro de la Unión Europea, va dando lecciones de democracia a países que califica del tercer mundo, siendo uno de sus ejes blancos preferidos de crítica Cuba, nación a la cual se acusa sistemáticamente de practicar la censura mediática e impedir la libertad de expresión, mientras que periodistas de medios españoles son agredidos por la policía cuando cubren manifestaciones.

Como si de una guerra se tratara hay que llevar una indumentaria de conflicto, pero no, aquí, en medio de la capital, Madrid, los periodistas, cámaras y fotoreporteros, para cubrir cualquier manifestación deben protegerse con cascos y estar bien identificados, lo que no impide que la policía antidisturbios arremeta sistemáticamente contra la prensa impidiendo su labor de informar.

El monopolio mediático está en manos de los grandes medios de des-información, estos ¨colegas ¨ que denuncian que en Cuba la prensa esta sujeta a las órdenes del ¨ régimen ¨ y que aprovechan la menor oportunidad para tergiversar cualquier cosa que suceda en la Isla. Un ejemplo claro lo encontramos con la ¨disidente¨ cubana Yoanis Sánchez, cuya única labor es la de calumniar a su país, llegando a inventarse detenciones y agresiones nunca demostradas con pruebas e incluso afirmar en reiteradas ocasiones que sufre de persecuciones y que ha sido objeto de vigilancia, siendo demostrado que nunca ha sido víctima ni de maltratos ni de violencia por parte de la policía de la nación caribeña, a pesar de ser portada de muchas medios cuando ha dicho semejantes barbaridades.

Por el contrario en la España de la supuesta libertad de prensa no se encuentra ninguna mención de la gratuita y brutal agresión a los periodistas. Ningún medio importante hace mención a los periodistas agredidos que realizaban su labor el pasado 23 de febrero, mientras se realizaba una protesta multitudinaria contra la política de recortes sociales impuesta por el gobierno de Rajoy. Claro, si esto hubiera pasado en Cuba la cosa sería diferente.