A estas alturas ya es para tod@s evidente que el conflicto vivido en Burgos durante el mes de enero no correspondía tan sólo a una protesta por la remodelación de una calle, sino a algo más profundo. Para lograr una mejor comprensión de lo sucedido Mundo Obrero entrevistó a Raúl Salinero Lacarta, concejal y Portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Burgos, quien explicó el trabajo desarrollado por el Partido Comunista e Izquierda Unida tanto en el ámbito institucional como en la calle, donde se ha combinado con un duro trabajo y gran acierto, aquella máxima tan difícil de calibrar de tener un pie en la calle y otro en las instituciones.
Mundo Obrero: ¿Cómo ha sido el trabajo desarrollado por IU-PCE desde que el PP anuncia que va a realizar esta obra?
Raúl Salinero: El proyecto se inicia con la legislatura hace dos años y medio; en ese tiempo a nivel institucional hemos tratado de ser un dique de contención en los pasos que se daban a través de alegaciones, propuestas al Pleno, etc.. Pero hemos invertido más trabajo y tiempo, puesto que considerábamos que era más eficiente, en el marco del movimiento vecinal y social, que hemos ido desarrollando a lo largo de estos dos años y medio con charlas explicando en qué consistía y cómo iba a afectar al vecindario. En mayo de 2013 nos juntamos con la Federación de Vecinos y asociaciones de vecinos como Barriada Illera o Eras de Gamonal y un largo etcétera. Y les planteamos que había que crear algo más contundente y constituirnos como Plataforma para organizar un movimiento en la calle que impidiese la obra. Esto se materializa en octubre de 2013 con la presentación de la Plataforma “Bulevar No Ahora” que desarrollaba asambleas quincenales con unas trescientas personas de media (llegando a picos de 700), tres manifestaciones con una media de cuatro mil personas, bicicletadas, performances, cortes de la Calle Vitoria con coches… cualquier acción que se nos ocurriese para crear conciencia en los y las vecinas porque no era sólo una obra sino una lucha contra un modelo de gestión de un régimen corrupto instalado en el Ayuntamiento. Cuando entendimos que la Plataforma tenía que dar paso a un movimiento puramente ciudadano termina su recorrido y la ciudadanía plenamente concienciada sale a la calle y paraliza la obra. Lo que hemos hecho por tanto desde que llegan las máquinas, que ha sido el gran momento de ebullición del movimiento ciudadano, ha sido participar del movimiento resultante en las asambleas, manifestaciones, seguir concienciando a la gente hasta que logramos la paralización total de la obra.
M.O.: ¿Y cómo valorarías la actuación del Partido Popular y el Alcalde de la ciudad, Javier Lacalle en todo este tema?
R.S.: Lo que ha pretendido el Partido Popular en el gobierno es continuar con un modelo de desarrollo totalmente obsoleto basado en recortes sociales y subidas de impuestos a la ciudadanía sin dar soluciones al paro (tenemos más de 18.000 desempleadas/os en la ciudad), ni combatir las tasas de pobreza que rondan el 25%. Ha seguido evidentemente aplicando el modelo inicial basado en tres patas que son las constructoras, el sector financiero y en este caso el Partido Popular. Lo que pretendía por tanto con este modelo, quitándole recursos a los pobres para dárselo a los ricos, no era otra cosa que continuar la guerra de los ricos contra los pobres.
El modelo de ciudad es por una parte mantener el sector de la construcción, sobre todo la parte que financia al Partido Popular, y por otra dar una imagen de participación ciudadana que en nada se corresponde con la realidad; el PP se ha encargado de crear organismos que no representan a nadie con nombres muy rimbombantes. La realidad es que mientras estas estructuras creadas por el PP decían apoyar la obra de la Calle Vitoria, el sentimiento de la mayoría social, de los y las vecinas de Burgos era que no querían el bulevar, llegándose a manifestaciones de 12.000 personas en días duros del invierno burgalés.
M.O.: Frente a ese modelo de ciudad y de participación ciudadana del Partido Popular ¿cuál es el modelo que para Burgos tiene Izquierda Unida? ¿Trabaja IU en habilitar cauces de participación ciudadana?
R.S.: Lo que estamos intentando crear desde Izquierda Unida y con los camaradas del PCE es la finalización de este régimen corrupto. Lo hacemos a través de dos herramientas; por un lado el empoderamiento de la ciudadanía y, por otro, adquirir experiencia para crear una alternativa de gobierno y romper con el actual. Esto lo vertebramos a través de Asambleas de Barrio que hacemos de carácter trimestral, donde exponemos nuestro trabajo y recogemos las aportaciones que quieran hacer las y los vecinos. Es esta una herramienta muy eficaz para concienciar de la realidad y que sepan en qué consiste la política y cómo desde la unidad básica, que es el propio ciudadano y ciudadana, pueden trabajar en política, lo que nos sirve para recoger experiencia de gestión para el futuro. Nosotr@s creemos que el Programa Electoral es una herramienta básica necesaria y su redactado es gracias a la participación de una ciudadanía a la que íbamos a escuchar barrio por barrio donde exponíamos nuestras ideas y recogíamos las que proponían, hasta materializarlo en un programa de gobierno. Lo más evidente dentro de este proceso son las Asambleas de Presupuestos Participativos, cada año nos comprometemos a exponer en cada barrio en qué consiste el presupuesto aprobado inicialmente para que sean conscientes de cómo les siguen robando lo que les corresponde para dárselo a esa élite minoritaria y recogemos las necesidades que estiman tiene su barrio y la ciudad. Esto lo llevamos a nivel institucional a través de alegaciones y los Plenos. Y en una tercera fase, cuando se han aprobado los Presupuestos, llamamos a cada una y uno de los vecinos que hicieron aportaciones para decirles cómo el PP ha gestionado su opinión, que creemos un paso fundamental.
M.O.: Por último Raúl, ¿qué reflexión aportarías que pueda ser útil para el resto de la organización a nivel estatal?
R.S.: Lo que hemos aprendido con esto -y ése es el trabajo que siempre hemos desarrollado en Burgos- es que donde no hay, tenemos que crear; donde no hay un movimiento social, por ejemplo en torno a la protesta por el Bulevar, lo tenemos que crear e impulsar, pero ser por otra parte generosos, para que sea un proyecto donde pueda converger la mayoría social. Eso sí, tenemos el deber de ser siempre vanguardia, de dar contenido político y de concienciar a la gente. Y como reflexión personal, si lo hacemos de una forma correcta, con una dialéctica correcta, lo que podemos conseguir es lo que está sucediendo en Burgos que es la creación de un poder popular que está yendo más allá de una protesta contra una obra; se están creando asambleas de barrio en las cuales nuestra presencia es también determinante, lo que a medio plazo puede empezar a crear alternativas de gobierno y sobre todo que nos respalde a nosotr@s en la institución y en otros movimientos sociales, para darnos legitimidad como lo que somos, una fuerza que busca un cambio o una revolución en el panorama político y social.