Las conmemoraciones del 25 de abril este año adquirieron una extraordinaria envergadura de masas. En Lisboa, Porto y muchas otras ciudades, se han realizado grandes manifestaciones populares que han demostrado que 40 años después del día histórico en que el Movimiento de las Fuerzas Armadas derribó el gobierno fascista, los valores de abril siguen bien vivos en el corazón y en la inteligencia de los portugueses. La alegría, la combatividad, la gran participación de la juventud, confirman que la palabra de orden del PCP “los valores de abril en el futuro de Portugal”, al contrario de quienes niegan y quieren dejar caer en el olvido el profundo significado de la Revolución portuguesa, corresponde verdaderamente a los sentimientos y aspiraciones de los trabajadores y del pueblo. Y que la defensa de la Constitución de Abril, que pese a sucesivas revisiones todavía consagra importantes conquistas revolucionarias, constituye la plataforma alrededor de la cual es necesario y posible juntar a todos los demócratas y patriotas para poner fin a 37 años de políticas de derecha, conducidas en alternancia o coalición formal entre PS, PSD, CDS y retomar los caminos de progreso y justicia que abril abrió.
Es realmente extraordinario que 40 años después, el 25 de Abril traiga, a viejas y nuevas generaciones, sentimientos tan profundos. Pero para los comunistas portugueses la explicación es muy sencilla. La fecha histórica del 25 de Abril representa el desencadenar de una revolución profunda, la primera en la Europa del pos-guerra, que transformó radicalmente la realidad nacional y la vida del pueblo. Confirmando el Programa del PCP para la Revolución Democrática y Nacional, hecho basado en el estudio del desarrollo capitalista en Portugal y de las especificidades de la situación portuguesa, la Revolución de Abril no se ha limitado a la conquista de la Libertad y a poner fin a las guerras coloniales (en una alianza con los pueblos de las antiguas colonias portuguesas) que eran aspiraciones centrales inmediatas del pueblo portugués. En una dinámica en que, a la sublevación militar de 25 de Abril, se siguió inmediatamente una sublevación popular, con la alianza Pueblo-MFA, la Revolución portuguesa empezó un camino de profundas transformaciones económicas y sociales. Lo monopolios que respaldaban al fascismo fueron liquidados y fueron nacionalizados los bancos y sectores básicos de la economía. En los campos del Sur, el proletario agrícola destruyó el latifundio y creó Unidades Colectivas de Producción y Cooperativa concretizando el lema “la tierra a quien la trabaja”. Fue instituido el control obrero. Con las profundas transformaciones y conquistas de 1974/75, la revolución se hizo en el camino del socialismo.
Es correcto decir que, después de que empezó el proceso contra-revolucionario y de más de 37 años de políticas de derecha, mucho de lo que la revolución conquistara ha sido destruido y que Portugal vive hoy una situación muy grave en la que, con la integración de la Troika, se verifica una brutal agresión social y la misma soberanía nacional está amenazada. Pero Abril dejó ranuras tan profundas y sus valores libertadores se han enraizado tanto en la realidad portuguesa, que estarán presentes en la alternativa patriótica y de izquierda por la que lucha el PCP. Alternativa que exigirá mucha persistencia, que será construida en el mismo proceso de intensificación de la lucha popular de las masas, y que pasará también por el fortalecimiento del PCP y de sus aliados de la Coligação Democrática Unitária, en las próximas elecciones europeas.
La lucha no es fácil. El gran capital nacional, una vez más junto al imperialismo, está empeñado en la destrucción hasta la base de todo lo que Abril significa. Pero la grandiosidad de las conmemoraciones del 25 de Abril nos da sólidos motivos de confianza en la posibilidad de derrotar a la política criminal del gobierno PSD/CDS, motivos que fueron confirmados una semana después con las grandes manifestaciones del 1 de Mayo promovidas por la CGTP. En estos días sonó bien fuerte en Portugal, claramente en marcha hacia adelante, un grito bello y movilizador: “25 de Abril ¡siempre!”.
Miembro Secretariado del CC del PCP