En febrero de 2014 el Centro Social 13 Rosas de Alacalá de Henares (Madrid), sede de la agrupación del Partido Comunista en el municipio, fue asaltado por la policía y registrado ilegalmente de arriba abajo interrumpiendo el transcurso de una fiesta antirrepresiva en el espacio. Fueron detenidas dos compañeras, Elena y Jesús, que se encuentran a la espera de juicio y varias personas fueron heridas.

Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España, mostramos nuestro más absoluto rechazo a este tipo de actuaciones policiales. Son tan solo una prueba más de cómo nuestros derechos más fundamentales, como el de reunión o asociación, son pisoteados por la Ley Mordaza, que se aplicaría a las compañeras detenidas.

Entrevistamos a ambas compañeras afectadas que forman parte de la Plataforma por la absolución del caso del CS 13 Rosas.

Por contextualizar, ¿qué es el Centro Social 13 Rosas y qué significa para Alcalá de Henares?
El Centro Social 13 Rosas no es sólo la sede del PCE, sino que era el lugar de encuentro y reunión de muchos colectivos sociales de Alcalá como la PAH, la Asamblea Antifascista de Alcalá, las Marchas de la Dignidad, sanidad 100% pública… El Centro Social es el lugar donde nos reuníamos, hacíamos nuestros actos, realizábamos nuestras reuniones, etc. Es por eso por lo que entendemos que se dio este ataque represivo justo en ese lugar. Y es por ello que valoramos esta agresión policial como un ataque no solo al PCE, ni a aquellas que en aquel momento nos encontrábamos allí, sino a los movimientos sociales que día a día realizamos nuestro trabajo en el Centro Social. El asalto al CS 13 Rosas constituyó un ataque al conjunto de los movimientos político-sociales de Alcalá de Henares en un momento de auge de la movilización social, especialmente la movilización juvenil.

¿Qué cargos os imputan a ambos? A la espera del juicio, que esperemos os absuelva, ¿qué consecuencias está teniendo este proceso en vuestra vida cotidiana?
Ahora nos encontramos a la espera de juicio y nos acusan de desobediencia, resistencia y atentado contra la autoridad. Aunque la fiscalía no se ha pronunciado todavía, todo esto podría suponer hasta 4 años de prisión (según el artículo 551 del código penal) o elevadas multas. De momento, mientras esperamos la fecha del juicio, estamos con medidas cautelares, teniendo que ir al juzgado a firmar los días 1 y 15 de cada mes.

Somos estudiantes con trabajos muy precarios y con un arraigo con nuestra ciudad, familia y amigos que evidencia que no existe ningún riesgo de fuga. Es revelador el que nosotras tengamos que ir más veces a firmar al Juzgado que Rodrigo Rato. Esta medida cautelar dificulta el desarrollo de nuestro día a día, más aún cuando está caracterizado por una realidad ya de por sí precaria.

La Plataforma a la cual pertenecéis enmarca este caso en un contexto más amplio con la expresión «Caza de Brujas», ¿qué significa exactamente y a quién afecta?
El objetivo fundamental de la represión es implantar el miedo. La represión genera sensación de que no se puede vencer y esto causa desmovilización. En este sentido nos encontramos con el concepto de prevención general, que consiste en ejercer la represión a cabezas de turco, siguiendo la lógica de que no es necesario reprimir a todo el mundo sino crear ejemplo a través de casos particulares con medidas represivas ejemplares (el fin es que se vea que quien se mueve y protesta es reprimido). Esto es lo que se intentó hacer con el asalto al Centro Social 13 Rosas. Otros ejemplos de esto serían el caso de Alfon, Miguel e Isma, Raquel, Nahuel, los antifascistas de Zaragoza, Carmen y Miguel, los 5 de Barcelona, estudiantes del rectorado de la UCM, las compañeras del 4F, Isma y Dani, los mineros de Zarréu, Andrés Bódalo… e infinidad de casos represivos más.

La finalidad es clara: en un momento de crisis y reconstrucción neoliberal, hay que desarticular las redes de resistencia popular que podamos oponer, especialmente aquellas protagonizadas por la juventud.

Tras dos años de proceso, estáis recibiendo apoyo y solidaridad continua del conjunto de los movimientos sociales pero, ¿creéis que el caso es conocido fuera de los espacios de militancia política y social? ¿cómo estáis trabajando para visibilizarlo?

En el mundo de los mass media y la desinformación siempre es difícil visibilizar casos como el nuestro. El mundo activista es, efectivamente, el más permeable. Sin embargo nuestro objetivo es ir más allá, lograr conectar con todos los sectores de nuestra clase para que, en primera instancia, empaticen con el caso y, en segundo lugar, cuestionen el sistema.

Para ello decidimos crear la Plataforma Absolución CS 13 Rosas dentro de la cual ya hemos lanzado varias campañas y movilizaciones. Hemos logrado conectar con otros casos represivos, colarnos en medios de comunicación como Público o eldiario.es. Recientemente logramos que el HT #YoSoyElenayJesús fuera TT estatal y conseguimos también llevar el caso tanto al Congreso de los Diputados como al Parlamento Europeo. Todo esto, sin duda, hubiera sido imposible sin el apoyo de otros muchos colectivos.

Sin embargo aún queda mucho trabajo por hacer y entrevistas como ésta son fundamentales para continuar con la labor de difusión. Los meses de aquí a la celebración del juicio serán claves y esperemos llegar con el máximo apoyo posible.