Los Cursos de Verano de la FIM y el PIE contaron en su tercera jornada con la presencia de uno de los grandes pensadores sociales contemporáneos, el economista Samir Amin.
En una sala abarrotada por un público principalmente joven, se desarrolló esta tercera sesión que giró en torno a la pregunta ¿es posible la desconexión hoy? en referencia al título del famoso libro de Amin de finales de la década de los ochenta, en el que autor egipcio defendía la necesidad de construir espacios sociales y económicos que rompiesen la lógica del capitalismo global.
Samir Amin, comenzó advirtiendo sobre la importancia del carácter imperialista del sistema y “la crítica a su negación por parte de una parte de la izquierda”. Para Amin “la globalización es un término ambiguo, por eso prefiero hablar de imperialismo”.
Samir Amin planteó una conferencia que giró en torno a cuatro ideas y una propuesta.
1. El control de los monopolios transnacionales
Para Amin, entre 1975-1990, ha habido un salto cualitativo en la centralización y control del capital, no de la propiedad que puede estar diseminada, sino el control como no ha existido en la historia. Esta concentración ha tenido un efecto en aspectos económicos, militares, geopolíticos, pero en especial, se manifiesta en la concentración de poder en un grupo muy pequeño de empresas, en concreto 14 empresas, “las cuales dominan el sistema y las actividades capitalistas a nivel global”.
Estas empresas adquieren de esta forma el estatus de monopolios transnacionales, que “ha dado el poder supremo a una oligarquía, convirtiendo a ésta la forma política del poder, sustituyendo la forma burguesa del poder, la democracia parlamentaria”.
Para Amin, este control tiene una manifestación muy eficaz en el control de los medios de comunicación y el control de la opinión de los pueblos. Los pueblos aceptan de momento, esta situación, generalizándose la no existencia de una alternativa a este sistema.
2. El proceso de la mundialización y carácter imperialista del sistema
Lo que es novedoso es la existencia de un mundo plenamente globalizado en torno a la lógica de mercado. Pero para Amin “lo importante es que este proceso de globalización tiene el carácter de imperialismo, lo que hace del imperialismo el estado permanente del capitalismo”, más que una fase del mismo.
3. El imperialismo colectivo
Este proceso de globalización descrito ha llevado a la conformación de un imperialismo colectivo, en torno al eje geopolítico denominado triada: EEUU, UE y Japón. Este imperialismo colectivo pretende mantener el privilegio de los imperialismos históricos, “sin embargo, los medios desplegados por la triada son diferentes, al manifestar su control por medio de cinco monopolios”:
1. El monopolio de acceso de las materias primas del planeta.
2. El monopolio de la tecnología.
3. El monopolio financiero.
4. El monopolio de los medios de comunicación.
5. El monopolio de las armas de destrucción masiva como las nucleares.
Estas son las características del actual imperialismo, el cual tiene un carácter pos-colonial, y su objetivo es evitar que el resto de los pueblos se liberen de su capacidad de sub contratados en el sistema mundial. Ejemplo: Alemania del Este, el Este europeo y la Europa meridional como España, “países a los que se imponen un estatus de semi colonia dentro de la UE”.
3. La rebelión de los pueblos
Samin Amir mantiene que “existe un proceso de proletarización generalizada; el proceso de asalarización es prodigioso. Las clases dominantes “intentan dividir este sujeto con un proceso de fragmentación: hombres-mujeres, jóvenes-mayores, precario-permanente; esto no genera procesos de solidaridad sino de competencia”, lo que permite afirmar a Amin que “fragmentar el sujeto nos hace débiles y está en la base de la deriva de la derecha de las ideas dominantes en las opiniones generales”.
Esta idea permite concluir cómo “la sustitución del concepto de clase por esta fragmentación del sujeto debilita la capacidad de respuesta de los pueblos y abre el camino a las ideas reaccionarias, pero desgraciadamente la izquierda no se mantiene aparte y se deja influir por esta ideología, al integrar interpretaciones pseudo étnicas que influyen en la izquierda, sustituyendo a las identidades más colectivas y de carácter internacionalista”.
4. Conclusiones
Por último Amin entiende que se nos presenta este modelo como un modelo sin alternativa, pero este sistema no es viable: la principal contradicción es que las políticas neoliberales lleva al estancamiento permanente de la triada, junto al crecimiento de las desigualdades del resto del mundo. Sin embargo “hay una respuesta naif de la izquierda de entender que dentro de este capitalismo cabe la reforma”.
De estas cuatro tesis se deriva, lo que para Amin, debe ser la prioridad de la izquierda, plantear un internacionalismo de los trabajadores y los pueblos frente al cosmopolitismo de las ETN, y de esta forma abandonar una situación de “otoño del capitalismo pero sin que haya una primavera de los pueblos”.