“Anguita amenaza con reclamar la república, el federalismo y la autodeterminación”. Así reseñaba la fiesta del PCE un titular de El País un 15 de septiembre de 1996. Eran tiempos en los que la basura mediática se arrojaba impunemente sobre el PCE, en la cabeza de Julio Anguita. La fortaleza creciente del proyecto de Izquierda Unida preocupaba especialmente a los bienpensantes del régimen felipista, recién derribado por las urnas. Agotados sus servicios al bipartidismo monárquico, la alternancia encumbró a un necesario nuevo líder modernizador: José María Aznar. La amenaza se sustanció, y el PCE decidió, hace 22 años y de manera solemne, desvincularse del consenso constitucional.
Al día siguiente Rodolfo Serrano, en otra más de sus diatribas anticomunistas de entonces y para goce de sus patronos, escribió en El País: “La proclama de Anguita a favor de la república agrava las tensiones internas en IU (…) su amenaza de abandonar el pacto constitucional levantó (…) un auténtico aluvión de críticas”. Estaban tan obsesionados con destruir a Izquierda Unida que obviaron la importancia histórica de aquella declaración: anotar la ruptura democrática en la agenda política.
Han cambiado muchas cosas desde entonces. Ahora El País escribe República con erre mayúscula, y nos hemos acostumbrado a ver banderas republicanas en las movilizaciones. El consenso taumatúrgico fue impugnado un 15 de Mayo y las contradicciones se agudizan, y de ahí el conflicto. La corrupta carcoma borbónica hizo tambalear al régimen hasta el punto de verse forzado a una renovación; tirando de banquillo genético y tras calentar años en la banda, saltó al terreno de juego Felipe VI de Borbón, un jugador que entraba para reordenar las agotadas huestes del bipartidismo monárquico y que se hizo pasar durante un tiempo por árbitro de la contienda.
El proyecto republicano del PCE
Entre tanto, el PCE fue desarrollando su proyecto. El XVIII Congreso creo la secretaría de movimiento republicano, era obligado ir afinando hasta tener definida con claridad su propuesta republicana, algo que el XX Congreso ha plasmado en sus conclusiones, como expresión de la estrategia de ruptura democrática y como proyecto de país.
Según Carlos Vázquez, secretario de Área Externa del Comité Central del PCE “nuestro modelo de República, el que ha respaldado el XX Congreso, consiste en el combate y la defensa de los derechos económicos, sociales y políticos, y ello implica la defensa de la soberanía, pero no de la manida soberanía nacional, sino de la soberanía popular y por lo tanto la lucha contra la autocracia. Por ello nuestro modelo de república democrática pasa por una ruptura democrática”, concluye.
En el año 2010 se celebró la Conferencia Republicana del PCE. La responsable de la secretaría en los dos últimos mandatos congresuales, Gloria Aguilar, nos recuerda que “participaron gran cantidad de asociaciones, grupos, entidades e individuos pertenecientes al movimiento republicano de todo el estado español, en dicha conferencia se acordó la elaboración de un llamamiento que dio lugar al I Encuentro Estatal Republicano (enero 2012) donde se constituyo la Junta Estatal Republicana”. Desde entonces, se han celebrado hasta cinco ediciones de dicho encuentro y, aunque según Gloria Aguilar “no todos cubrieron los objetivos marcados”, lo importante es que “el PCE ha contribuido durante estos años de manera decisiva a la construcción de espacios unitarios y a agrupar fuerzas que estaban muy dispersas geográficamente”.
De la II a la III República
En abril las calles se volverán a teñir con los tres colores de la bandera de España. Debates, charlas, lecturas, concentraciones, manifestaciones, octavillas y carteles no sólo recuerdan y homenajean al proyecto democrático de la II República sino que, cada vez más, defienden en clave unitaria un proyecto de país llamado III República. En ese sentido, Carlos Vázquez, secretario de Área Externa del Comité Central del PCE, afirma: “Los lemas de las movilizaciones unitarias del 14 de abril vienen precedidos de que República es pan, techo, trabajo e igualdad, responder a las necesidades urgentes de nuestros pueblos solo se puede conseguir en un modelo político, económico y social que ponga los recursos al servicio de la mayoría social” y añade que “la República, hoy, es la lucha contra la precariedad”. En territorios como Castilla la Mancha, según palabras de Jorge Vega, Secretario general del PCE-CLM, “el movimiento republicano esta muy ligado a la memoria democrática, al esfuerzo por recuperar la historia de aquellas personas que lucharon por un modelo diferente del estado nación, y que reconocían la pluralidad de la población española”. Susana Moral, secretaria de movimiento republicano y proceso constituyente del Partido Comunista de Asturias, afirma que “en apenas diez años se ha producido una evolución desde la reclamación del reconocimiento de quienes lucharon y dieron su vida por la II República, de la difusión de sus valores y sus logros sociales y democráticos, a la elaboración de una exigencia, la III República”. Asímismo, Jorge Castaño, responsable del Frente de Acción Política externa del Partido Comunista de Madrid nos cuenta que “trabajamos el movimiento republicano con una perspectiva principal, el proceso constituyente como elemento aglutinador de todas las luchas que rompen con el actual sistema”.
Agrupando fuerzas en espacios unitarios
Poco a poco, el movimiento republicano parece haber ido ajustándose a las circunstancias concretas de cada territorio, pero con un denominador común, haber pasado de una cierta soledad en esta reivindicación, a la constitución de plataformas unitarias que han permitido agrupar fuerzas territorialmente dispersas. José Manuel García, responsable de Frentes Unitarios del PCA y uno de los portavoces de la Coordinadora “Andalucía Republicana” nos dice que “existían muchos colectivos y organizaciones republicanas pero no estaban conectados, había una gran dispersión”. Algo que ha sido y es una realidad en todos los territorios: ateneos, tertulias, asociaciones, de carácter local que se van encontrando en espacios de coordinación. José Manuel García señala que “el PCA venía trabajando desde hace tiempo, junto a otras organizaciones, la articulación del movimiento republicano en Andalucía, y en noviembre de 2016 celebramos en Málaga el primer Encuentro Andaluz por la República. Aquello fue un hito importantísimo en la articulación del movimiento: 286 personas en representación de 41 organizaciones que aprobaron un llamamiento y un Plan de Acción, y constituyeron una Coordinadora que hemos llamado “Andalucía Republicana”. En Asturias, Susana Moral nos dice que ha sucedido algo parecido: “hemos vivido un proceso de años de crecimiento, desde las primeras movilizaciones casi clandestinas organizadas por el partido en solitario hasta la reciente creación del espacio unitario denominado Asturias por la República”. Igual sucede en la Comunidad de Madrid, donde los y las comunistas trabajan en la Asamblea Republicana de Madrid, según nos informa Jorge Castaño.
En Euskadi y en Navarra, territorios en los que el debate sobre el modelo de estado tiene connotaciones muy distintas, también el partido se ha encargado de participar o impulsar instancias unitarias. A la larga y reconocida trayectoria de la Junta Republicana de Izquierdas de Navarra hay que sumar la también reciente constitución de la Junta Republicana de Euskadi. Jon Hernández, Secretario General del EPK-PCE considera “que hay mucha simpatía por la República en Euskadi y Navarra, pero aún no hay un movimiento fuerte capaz de capitalizar esa simpatía, sin embargo estamos dando los pasos adecuados, la constitución de la Junta Republicana en Euskadi era necesaria para coordinar a las numerosas asociaciones que trabajan muy localmente”.
En Catalunya, “el proceso soberanista” provocó que el movimiento republicano que conformaban diferentes asociaciones de carácter local perdiese fuerza en medio de la polarización en el tema nacional. No obstante, y en esas adversas condiciones, se ha continuado trabajando, para mantener espacios republicanos y federalistas. Edu Navarro, Secretario General del PSUC Viu considera “que en Catalunya hay un amplio sentimiento vinculado a la república y al modelo federal como única solución a la cuestión nacional catalana, hay que trabajar para organizarlo y darle forma, y en ese sentido, el trabajo que realizan diariamente los y las camaradas en los diferentes ámbitos locales es vital para a medio plazo volver a constituir espacios de coordinación más amplios.”
República: Alianzas y Unidad Popular
La reivindicación de la III República como la forma de estado federal, democrático y solidario que supere al actual régimen desde la ruptura requiere del establecimiento de alianzas que según Antonio Romero, presidente de la Red de Municipios por la III República, también tiene connotaciones políticas, pues “los derechos de los pueblos de España, el federalismo, el autogobierno, el pluralismo del Estado español tiene encaje republicano, no tiene encaje en la monarquía. Esa es la contradicción que los partidos nacionalistas deben asumir. Estos partidos, a pesar de su clara naturaleza de clase pueden ser parte de una posible alianza democrática por la República” (entrevista en página 4).
Lo cierto y verdad es que son cientos los y las camaradas del Partido Comunista de España que trabajan y desarrollan su actividad militante en el frente republicano y este es uno de los motivos por los que este frente de lucha es uno de los ejes prioritarios de trabajo del Área Externa del PCE. Pero la acumulación de fuerzas debe continuar haciéndose desde abajo, “Unidad Popular, Ruptura Democrática y III República son cuestiones inseparables”, afirma Carlos Vázquez, “lo más importante es ahora consolidar el movimiento republicano durante este mes de abril y avanzar en la articulación a nivel del conjunto del estado del movimiento republicano”. Y así nos lo anuncia José Manuel García: “a partir del II encuentro andaluz, que se celebró en Córdoba a finales del pasado año, hemos entrado en contacto con organizaciones y espacios unitarios republicanos del estado y estamos trabajando para impulsar la celebración, este año, de un Encuentro Estatal por la República”.
Desde el Área Externa del Comité Central del PCE se ha trabajado con una directriz clara: movilizaciones en todas las capitales de provincia, “de carácter unitario”, subraya Carlos Vázquez, quien añade “tenemos un mes de abril de inmenso trabajo en este frente, un camino que nos lleva a septiembre, cuando se celebrará en Encuentro Estatal por la República, y a esto le damos una importancia crucial: las movilizaciones deben servir para seguir acumulando fuerzas, y no deben, ni pueden, agotarse en sí mismas”.