Los días 30 de noviembre y 1 de diciembre se celebraron en Cuellar (Segovia) unas jornadas sobre género y despoblación organizadas por Izquierda Unida de Castilla y León y con la colaboración del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL).
Cerca de cien personas, la mayoría mujeres, debatimos, aprendimos, nos organizamos y trazamos soluciones. Mucho es lo que se habla de la España vaciada, pero poco sobre propuestas que pongan la vida en el centro. Transferir a las zonas rurales poder en la toma de decisiones pasa necesariamente por abordar las soluciones desde una perspectiva de género.
Sobre la repercusión de las políticas agrarias y ganaderas expansivas y cómo éstas han contribuido al exilio de las mujeres hacia zonas urbanas, habló Pilar González Fidalgo responsable de medio ambiente de IUCyL e integrante de la Red de Activistas de mundo rural de IU. Reivindicamos el derecho a decidir sobre la política agraria comunitaria, un modelo de agricultura y ganadería sostenible, diversificado, que fija población y garantiza derechos de las trabajadoras y de las personas migrantes.
Un nuevo modelo productivo basado en una economía que parte de lo local, de la relación directa entre consumidoras y productoras y que dará respuesta a muchos de los retos que tenemos como humanidad.
Nuestra eurodiputada Sira Rego abordó desde una perspectiva feminista y de clase que “el capitalismo no es verde”, el capitalismo mata el planeta y la solución no puede venir de la mano de quienes nos han llevado al colapso climático; construir una alternativa eco social y eco feminista es nuestro reto, pongámonos a ello con toda nuestra fuerza de mujeres feministas.
Vanessa Angustia, portavoz federal de ALEASIU, trató sobre la realidad de las mujeres y las niñas en el mundo, de cómo el capitalismo y el patriarcado nos vulnerabiliza, nos explota como cuerpos. El neoliberalismo ha convertido a las mujeres en moneda de cambio y mercancía, sus cuerpos resultan productivos en actividades mercantiles. El neoliberalismo fabrica más de 1.500 millones de pobres que sobreviven con menos de 2 euros diarios, y el 70% son mujeres.
Eva García Sempere, Coordinadora del Área Federal de Medio Ambiente de IU, la diputada que más propuestas, interpelaciones presentó durante la pasada legislatura como Diputada de Unidas Podemos, habló de cambio climático y de cómo la clase trabajadora es la que puede salvar el planeta. El mercado es incapaz de poner remedio a la crisis climática. La alternativa pasa por la planificación de la economía desde lo público, la inversión directa del Estado en empresas tecnológicas, nuevo modelo productivo.
José Luis Ordoñez de la Red de Activistas del ferrocarril de IU, nos relató los usos diferentes que los hombres y las mujeres hacen de los transportes y cómo cualquier propuesta debe de hacerse con perspectiva de género.
María José Cao, Decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Valladolid, centró su ponencia en la salud y la calidad de vida de las mujeres en el mundo rural, argumentando la importancia de abordar las respuestas y las soluciones con perspectiva de género, ya que el cierre de consultorios y los recortes en salud afectan en una proporción mayor a la salud y la vida de las mujeres.
Adela Somolinos, del Área de la Mujer de Izquierda Unida en Castilla la Mancha, nos introdujo en el mundo de las TIC y nos habló de la brecha digital que ya existe y que es mayor en el medio rural, ya que la falta de medios y conexión hace que peligre la condición de ciudadanía y la de las mujeres de manera significativa.
Cerramos las jornadas con una mesa de experiencias desde lo micro:
Rosana Castro, concejala de IU en Castronuño, nos relató lo importante que es abordar la situación de las mujeres y su empoderamiento en el mundo rural, ya que a las mujeres si se les da herramientas, se organizan, participan y luchan.
Rosa Arranz, ganadera y activista, nos contó sus experiencias en el mundo sindical, en las organizaciones de mujeres campesinas y ganaderas, y subrayó la importancia de desarrollar y facilitar la titularidad compartida.
Encarnación Bermúdez, alcaldesa de IU en Pozuel de Ariza, un pueblo de menos de 50 vecinas y vecinos donde sólo el hecho de que una mujer tomase las riendas en la alcaldía cambió totalmente su rumbo, hoy es una referencia rural en mantenimiento de cultura y tradiciones populares.
Si en algo estábamos todas de acuerdo era en la necesidad de mantener un mundo rural vivo, un mundo que hoy se debate entre la despoblación, el envejecimiento y la masculinización; para revertir está situación es imprescindible introducir el feminismo como elemento clave para atajar la despoblación y que la gente se quede en el mundo rural.
El neoliberalismo en el campo
Parte del éxodo de las mujeres se produce por la introducción de monocultivos y la mecanización. El neoliberalismo eliminó de ese modo a las mujeres ya que concentró su actividad en menos personas, pero sobre todo en manos masculinas que fueron las que conducían grandes vehículos agrarios.
Las mujeres que permanecieron en sus municipios mantuvieron sus actividades ligadas al sustento de la familia y los cuidados, continuando con la función social asignada de los cuidados y la reproducción.
Por eso tiene todo el sentido apelar al feminismo para luchar contra el monocultivo y el uso de productos químicos, pesticidas con una composición química similar a los estrógenos (parece que tienen un papel fundamental en el aumento de cáncer de mama) ya que nuestra propuesta gira en torno a la agricultura y la ganadería extensivas orientadas a los circuitos cortos de comercialización; rechazando todo lo que nos expulsó del mundo rural.
De igual manera es imprescindible seguir luchando por mantener y ampliar los servicios públicos. Las mujeres somos quienes primero sufren las consecuencias de los recortes en la sanidad, el transporte, la dependencia.
Una revisión total del modelo productivo y de relaciones, con la mirada feminista puesta en la participación de las mujeres en todos los estamentos de representación, avanzar de manera legislativa en la paridad en las cámaras agrarias, cooperativas, en todos los espacios públicos donde se decide sobre nuestras vidas pero sin nosotras.
Concluimos las jornadas con un pronunciamiento de apoyo a las mujeres del Espinar (Segovia) que en su denuncia y rechazo al equipo de gobierno formado por PP, C,s y Vox desalojaron el pleno cuando las derechas aprobaron una moción negando la violencia de género. Nos emplazamos a continuar con el debate, ampliando temas y objetivos pero con el convencimiento de que habíamos sembrado una semilla; unidas y alzando la voz en todos los espacios.
Secretaria de Convergencia del PCE