El pasado verano se iniciaba el proceso de debate hacia una Conferencia Política del PCE, núcleos y personas individuales pudieron hacer sus aportaciones respondiendo a un guión que trataba los asuntos que podrían articular el debate. Fruto de esas aportaciones, el Comité Central aprobó el pasado (…) el documento base para el debate del conjunto de la organización. Mundo Obrero ha hablado con el responsable de la ponencia para que nos de algunas de las claves que han gestado este debate así como de los objetivos de la Conferencia Política.
Mundo Obrero: ¿Cuál dirías que es motivo fundamental por el que se ha convocado esta Conferencia Política del PCE?
Javier Moreno: La realidad es dinámica y algunos análisis que hemos podido hacer en los Congresos, por muy estratégicos que sean, resultan insuficientes para abordar el debate táctico en cada momento. En cortos espacios de tiempo suceden dinámicas que antes tardaban años. Hemos tenido una cierta robustez del régimen del 78 durante más de tres décadas y en muy poco tiempo hemos asistido a una crisis que no ha terminado de cerrase y eso ha provocado una recomposición de los bloques en liza. En el XX Congreso apostamos por una linea política con su correspondiente política de alianzas, pero tras dos años, y en base a los debates que se han desarrollado en la Comisión Política y en el Comité Central se consideraba conveniente abrir este debate. Ha habido cinco procesos electorales tras en XX Congreso, que han trastocado en buena medida la realidad concreta, con la irrupción de nuevos actores, la caída y el debilitamiento de otros, así como una nueva situación de lo que nosotros representamos en el bloque alternativo en el que nos insertamos.
El objetivo es caracterizar esos cambios,y adecuar en definitiva la política del partido a esa nueva fase para la construcción de un bloque histórico alternativo.
M.O.: Algunos creemos que la dirección ha sabido sentir y ha tenido en cuenta la zozobra de la militancia.
J.M.: Eso creo. Hay una cuestión práctica tremendamente importante: el Partido está sufriendo vaivenes y modificaciones especialmente agudas en el ámbito político que afectan a nuestra propia militancia. Es normal y entendemos que haya inquietud en la militancia en torno a debates que son estratégicos y de amplio calado. Aún más claro, nuestra militancia quiere saber que va a pasar con el partido, qué va a pasar con IU o con Unidas Podemos. Esa inquietud está a flor de piel de la militancia y eso demandaba la apertura de un debate que no se quedase en los órganos de dirección, sino que se dé en cada núcleo y con la posibilidad de que toda la militancia pueda participar de ese debate.
M.O.: Otro de los criterios de la ponencia ha sido el tratar de articular un documento breve y claro.
J.M.: Hay una cuestión básica, necesitamos un debate colectivo sobre cuestiones que podrían parecer ambiguas, o no definitivamente concretadas en el congreso, con respecto a la unidad popular y a la convergencia. Esta Conferencia viene a responder de una manera práctica y transparente, pues hemos hecho un esfuerzo de claridad y nitidez a la hora de marcar la política, para que el debate esté articulado en términos no ambiguos y sin equívocos. El PCE tiene la obligación de cerrar estos debates de manera constructiva, y seguir trabajando en el escenario político de este tiempo histórico.
M.O.: El segundo punto del documento lleva como título “Reorganización del espacio de la izquierda transformadora”. ¿Cómo hacerlo?
J.M.: Para responder a esa pregunta está la Conferencia. Algunas tesis del XX Congreso se han demostrado difíciles de sustanciar en este ciclo, porque no sólo dependen de nosotros, ha habido y hay diferentes actores, cada uno con sus intereses legítimos y a veces esos intereses coinciden con los nuestros y otras veces no. Los comunistas siempre hemos trabajado por la unidad, con la paciencia y la inteligencia necesaria para encontrar esos puntos que hagan moverse a otros actores de sus posiciones iniciales. En la segunda parte del documento se quiere avanzar, teniendo en cuenta la nueva fase política, sobre los acuerdos del XX Congreso y aterrizar en qué suponen en la práctica los debates que tienen que ver con la superación de IU o con el espacio de Unidas Podemos, cuestiones complejas que no se pueden resolver a golpe de eslogan.
M.O.: Hablando de eslóganes, parece que la “superación de IU” se ha convertido en uno de ellos.
J.M.: la superación de IU se ha planteado con equívocos, ¿hablamos del desmantelamiento de IU como organización? ¿Hablamos de convertir a IU en un movimiento político y social superando la forma partido? La superación de IU no se puede hacer ni se va a hacer al margen de los miles de militantes, activistas, compañeros y compañeras de IU que han conformado un proyecto político que ha forjado su propia identidad gracias también al trabajo de los y las comunistas. Hay que actualizar ese debate, que tiene que ver con aquel sobre el sujeto orgánico, o con el de cómo organizar el espacio de unidad.
M.O.: El XX Congreso ya hablaba el lenguaje de la unidad popular, y siempre decimos que debe ser por abajo.
J.M.: Hay cuestiones que no han cambiado y que no están a debate, en el XX Congreso acordamos un modelo de sectorialización que busca hacer de cada militante comunista un agente articulador del conflicto político y social en su espacio, en su comunidad. La apuesta por la unidad popular por abajo es algo que no hay que actualizar, es como decir que la circunferencia es redonda, la unidad popular es por abajo o no es, la cuestión está en cómo articularla con el movimiento social realmente existente. Tras un ciclo de movilizaciones ha pasado de tener un carácter más transversal, a emerger en torno demandas de carácter sectorial, que han tenido una fuerza arrolladora, y nosotros debemos alimentar esos conflictos, no instrumentalizar, algo ajeno a nuestro cultura política, sino alimentar nuestra propuesta con sus ideas y sus acciones y nuestras filas con cuadros que se politizan y adquieren conciencia esos movimientos. La unidad popular tiene expresiones diversas en cada nivel territorial, y es en lo local donde la riqueza de la vida comunitaria, las luchas del barrio se generan en torno a esas contradicciones que hacen que en lo local puedas construir nuevas alianzas, en torno a reivindicaciones concretas que se politizan en el desarrollo de esas luchas. Son procesos que alimentan los cambios, lo hemos visto con la PAH, con los pensionistas o con el movimiento 8 de marzo.
M.O.: ¿Cuál sería entonces la relación entre la unidad popular y lo que es hoy Unidas Podemos?
J.M.: Otra de las cuestiones que se abordan en el documento es que no podemos pensar que la unidad popular y Unidas Podemos no tienen nada que ver, es otra de las falsas dicotomías que hay que superar. Nosotros apostamos por un modelo de construcción colectiva lo más amplia posible, pero no nos equivoquemos, la realidad es mucho más compleja. hay activistas de esos movimientos que tienen otros referentes que no son IU pero si lo tiene en Unidas Podemos, como símbolo unitario, y también como referente al que dirigir sus demandas, y debemos ser capaces de articular esa dimensión. Unidas Podemos tiene ya una proyección simbólica que hay que saber encajar en esa propuesta de unidad popular, hay diversos caminos que están ya recorriéndose y no podemos hacer que nadie vuelva sobre sus propios pasos, sino orientar esos caminos a un mismo fin.
M.O.: ¿Cómo influye en el debate de la Conferencia el hecho de que estemos en un Gobierno de coalición?
J.M.: Muchísimo, claro. Y tenemos que debatir, claro, pero la realidad no nos está esperando y continúa desarrollándose, al margen de los debates que podemos tener, no hay espacio para la inacción ni la parálisis. Tenemos la difícil tarea de conjugar el debate colectivo en la organización con la acción política cotidiana en un escenario complejo. Las actas reflejan cómo desde que comenzó el proceso de reflexión en los núcleos, el pasado verano, hasta hoy, los debates han cambiado. Ten en cuenta que la conferencia se empieza organizar incluso antes de que se conociese la repetición electoral. En la caracterización de la fase política se han actualizado elementos que tienen que ver con nuestra participación en el gobierno de España, pero eso no cambia las preguntas concretas a las que tenemos que responder: ¿cómo combatir a la extrema derecha? ¿cómo construir un bloque histórico alternativo? ¿como articularlo con un proyecto de país? Otro de los objetivos de la Conferencia es que sus conclusiones se puedan plasmar en un documento que envejezca bien, que sirva de brújula.
M.O.: Hay quienes afirman que asistimos a un proceso de desaparición de Izquierda Unida.
J.M.: Pero es precisamente lo que hemos evitado, entre todos y todas las que nos hemos quedado. Tenemos que hacer un poco de memoria, IU ha estado en peligro de pasar a ser una organización irrelevante. No podemos olvidar que llevamos unos años surfeando la ola de un tsunami, y nadie puede garantizar que en cualquier momento esa ola nos de una voltereta. Ha habido momentos de gran zozobra en organizaciones locales o regionales, donde nadie tenía claro que es lo que había que hacer para preservar un espacio de la izquierda radical en nuestro país, que es lo que nosotros representamos y necesitamos que tenga una personalidad propia. Pero una cosa es el deseo y otra la realidad. Cuando el PCE apostó por la creación de IU lo hicimos por un sujeto que precisamente no viniera a burocratizar aun más nuestra vida militante, al contrario, se trataba de articular alianzas con un montón de gente que sin sentirse comunista estaba dispuesta a desarrollar un programa para la construcción de una alternativa. Hoy en día eso sigue siendo necesario, pero tiene otros actores con los que hay que discutir.
M.O.: El documento también apuesta por evitar que los espacios, en forma de muñeca rusa, se multipliquen para la acción política de la militancia.
J.M.: La militancia está efectivamente exhausta al participar en los diferentes niveles, por eso precisamente, eso se aborda en el debate de la Conferencia. Si se salta de un barco, saltas a otro barco, no saltas al vacío, y además saltamos todos juntos, sin dejar a nadie atrás. Tenemos el reto de pensar modelos que sean útiles y adecuados en cada espacio territorial. La superación de IU no es más que la superación de sus problemas.
M.O.: Tras la Conferencia vendrá la Asamblea de IU, ¿Qué pasos dará el partido?
J.M.: A partir de que culmine el debate de la Conferencia, debemos ir construyendo síntesis con otros y otras, no desde una arrogancia que diga que como esto es lo que se ha aprobado en el partido esto es lo que hay que hacer, sino desde la construcción colectiva, con los y las que van a participar en el debate de la asamblea de IU, para empezar, y después con el resto de actores políticos. Estos procesos no tienen un futuro cierto, si no que son dinámicos, dialécticos. Hay una propuesta que una vez aprobada presentaremos a otros actores sobre lo que nosotros creemos que debían ser las características de organización y funcionamiento democrático de un espacio de unidad popular.
M.O.: Creo que algunos escritos de nuestro amigo y camarada Javier Navascués han servido de inspiración en la redacción del documento.
J.M.: Si. Javier estaba en sus últimos escritos identificando con claridad los problemas y ofreciendo soluciones audaces desde la comprensión fuerte de lo que significa la democracia participativa y el poder popular. Y precisamente nos decía que en escenarios agitados lo primero era hacerse con una brújula. Pero no sólo él, tenemos la suerte de contar con muchas personas que han aportado lo mejor de su inteligencia y su experiencia; éstos documentos son también el fruto de un trabajo que desde el Área Ideológica y con la Fundación de Investigaciones Marxistas o Nuestra Bandera venimos desarrollando.