El pasado 1 de octubre se cumplieron setenta años de la República Popular China, fundada tras un largo siglo de revolución social frente a la injerencia militar de las potencias occidentales (guerras del opio) y posterior invasión del imperio de Japón. El proceso de ruptura con la agresión imperialista y las clases dominantes interiores contiene una importante experiencia colectiva por la liberación de las clases oprimidas y las mujeres, proceso que no obstante estuvo duramente marcado por la hambruna (1959-1961). Haciendo balance de los aciertos y errores, la sociedad china ha alcanzado bajo el liderazgo del PCCh un índice de desarrollo humano medio-alto, una esperanza de vida actual de 76.4 años, una renta per cápita moderadamente próspera (15,270 dólares/año), una alfabetización del 95.1% de la población y una tasa de desempleo limitada al 4.7%.

El pasado 5 de febrero veinticinco dirigentes y miembros del Partido Comunista de España e Izquierda Unida participaron en un debate en la sede de Cátedra China en Madrid. El presidente del PCE, José Luis Centella, comenzó el debate aludiendo a los elementos distintivos del socialismo de características chinas:

1) el Partido Comunista de China (PCCh) interviene activamente en la economía mediante los planes quinquenales,

2) el Estado mantiene el control de los principales sectores estratégicos (banca, telecomunicaciones, energía y transporte)

3) y las empresas colectivas de comarcas y aldeas siguen teniendo un papel económico relevante.

Centella señaló el giro histórico desde un mundo dominado por el capitalismo e imperialismo occidentales hacia un nuevo escenario multipolar donde China y los países periféricos adquieren mayor relevancia a través de la propuesta china de la Franja y la Ruta.

Marcelo Muñoz, presidente emérito de Cátedra China, destacó el papel de la dirección política en la economía china, el rápido desarrollo científico-tecnológico, la planificación económica para el bienestar de las futuras generaciones, como también la formación de cuadros políticos en centros de pensamiento en China. Muñoz explicó que la sociedad china ha sido capaz de mejorar la vida de más de 700 millones de personas en las últimas cuatro décadas.

La economista Gloria Claudio, de Cátedra China, destacó la necesidad de la sociedad española por conocer mejor la realidad de China y descartar prejuicios sobre la sociedad china. La científica Alicia Durán, con experiencia profesional en China, señaló el importante papel que desempeñan las mujeres chinas en la investigación y el espectacular avance de la ciencia china. En el debate se apuntó que en ese país la tierra es propiedad del Estado/Colectivos compatible con la gestión directa por los campesinos.

Entre las contradicciones del modelo chino, los asistentes señalaron la desigualdad económica y de género. Estos problemas, junto con las cuestiones medioambientales, son percibidos por las clases trabajadora y campesina y son asuntos oficialmente reconocidos por el PCCh. En China las jornadas laborales suelen ser intensas y su sistema de seguridad social está en proceso de construcción, aunque no menos cierto es que la edad de jubilación es de 55 años para las mujeres y 60 años para los hombres. Para el año 2049, el PCCh tiene el objetivo estratégico de consolidar la República Popular China como estado socialista moderno con tecnología avanzada, con igualdad social substantiva, económicamente próspero, ecológicamente viable, políticamente soberano y culturalmente avanzado.

En contraste con las numerosas bases militares de la OTAN, bloqueos económicos, bombardeos y guerras comerciales de los EEUU, amparados por la Unión Europea, el proyecto chino de la Franja y la Ruta supone una mejora cualitativa en las relaciones internacionales, conectando a China con Asia, África, América Latina y el sur de Europa. Este proyecto global debe ser utilizado de manera estratégica por las clases trabajadoras y populares españolas y europeas para potenciar nuestro poder político y soberanía, proporcionando a los pueblos del mundo una mejor alternativa en el presente marco geopolítico, científico-tecnológico y comercial.