«No me sale de los cojones decir nada, los estatutos de mi partido me lo prohíben…”
Tranquilino en la DGS ante “12 gorilas” (Referido por Macario Barjas)

Con la Memoria en la mano y el corazón anudado a la garganta José Errejón quiso recordar en una entrevista radiofónica a toda una generación de luchadores. La narración fue tan emotiva como oportuna y se entretuvo en un momento concreto. Le subían detenido por las escaleras de caracol de la antigua Dirección General de Seguridad, hoy sede de la Comunidad de Madrid, al tiempo unos policías bajaban “en un estado bastante lamentable” a Tranquilino Sánchez que, al cruzarse, levantó la cabeza y “me dijo: aguanta chaval no te quiebres (…) me pareció un signo de fuerza, de energía y de fraternidad, joder, y esa gente merece que se le recuerde: ¡por ‘el Tranqui!”, concluyó el antiguo militante del Partido del Trabajo de España (PTE).

¿Quién fue Tranquilino Sánchez? El propio Errejón, padre del diputado de Más Madrid, desliza en esa entrevista una información de pasada pero que nos sitúa ante el personaje, era un “dirigente, un obrero de la construcción”. Nimio detalle y a la vez fundamental. Tranquilino formó parte del histórico triunvirato de dirigentes de ‘La constru’ que integró junto a Macario Barjas, ‘Maca’, y Arcadio González. “Hacia el año 65 [1966] se forma la primera Comisión Obrera de la Construcción, en el Pozo del Tío Raimundo [embrión de CC00 en el sector], en ella estaban Tranquilino, Arcadio, yo…”, según explicó Macario Barjas ante la grabadora de Agustín Moreno. En el reparto de papeles que caracterizaría a los tres cabría el siguiente resumen: Macario Barjas, afectuoso trato e intenso orador; Arcadio González, lector voraz y don de gentes; Tranquilino Sánchez, valor extremo y carácter indomable. Los tres, en liderazgo conjunto, organizaron durante el franquismo numerosas huelgas como la del 13 de septiembre de 1971 en que fue muerto por la Guardia Civil otro militante de CCOO, Pedro Patiño.

Tranquilino Sánchez Alvarado nació en Madrid en 1929, de profesión encofrador. Estuvo diez años emigrado en Francia, donde trabajó en la construcción hasta 1961. Cayó detenido por primera vez el 10 de enero de 1963 mientras repartía octavillas convocando a la huelga de la construcción por el asesinato de Grimau. Posteriormente sería detenido en numerosas ocasiones, hasta alcanzar un total cinco años y medio de cárcel. En octubre de 1967 fue designado como secretario de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras de la Construcción. Es decir, Tranquilino fue un dirigente de primer nivel que participó en los órganos y reuniones generales de CCOO. Asimismo, fue miembro del Comité Central del PCE.

Con el tiempo, en una fase ya menos espontánea, aparecen fricciones en el sindicato. «En junio de 1979 me veo obligado a dimitir como secretario general de la Federación de Construcción y de la dirección nacional de CC00. En ambos casos, porque se ha desatado en el seno de CC00 una sórdida lucha por el poder”, según declaró Tranquilino en una entrevista a ‘El Socialista’ (Sep. 1980), con motivo de su ingreso en la UGT, que a la postre sería un episodio muy breve. Luego volvió a Comisiones Obreras, como un trabajador más. Quizá el suyo fuera un cargo equivocado, quizá no tuvo el reconocimiento que se merecía, quizá… En este punto la presencia pública de ‘el Tranqui’ se difumina, pero su nombre ya estaba en el Olimpo de los grandes luchadores antifranquistas y por las libertades.

Quedémonos con el recuerdo que nos han transmitido algunas personas que le conocieron bien. “Tranquilino de cojones más que el caballo del Espartero, de cabeza a veces más testarudo que la madre que le parió, pero valiente, le echaba el tío mucho valor. También había otros, pero más que ‘el Tranqui’ ninguno”, según Macario Barjas. En efecto, todas las fuentes consultadas para este artículo: Agustín Moreno, Julián Ariza, José Babiano (Fund. 1º de Mayo), Pepe Casado, Juan Moreno, coinciden en el hecho de que Tranquilino Sánchez fue uno de los camaradas más maltratados por la Brigada Político-Social (32 palizas).

Ya jubilado de los tajos, ‘el Tranqui’ pasó largas temporadas en Cudillero (Asturias) donde, mano a mano con su compañera Diana se construyó una casita. Allí formó parte de las candidaturas de IU a las municipales en 1995. Contaba 73 años cuando falleció en Madrid (2003), tras padecer ocho años de alzheimer. ¡Qué su memoria perdure en nosotros!