El 25 de octubre de 2020 será una fecha inolvidable,el día en que el pueblo chileno decidió romper para siempre con las ataduras jurídicas de una Constitución ultrareaccionaria impuesta por la dictadura y mantenida en su esencia por los gobiernos llamados “democráticos” que le sucedieron. Fue la inmensa mayoría de las chilenas y los chilenos la que optó por construir una nueva organización política mediante la elaboración de una nueva Constitución que será hecha por representantes elegidos democráticamente por el pueblo.
La importancia del suceso y la fecha de su inicio nos llevan a evocar brevemente algunos de aquellos muchos sucesos que han tenido lugar en este mes. En rigor, octubre ha marcado acontecimientos muy importantes en el plano internacional y en el nacional.
La Gran Revolución de Octubre en Rusia tuvo lugar -conforme al Calendario Juliano vigente allí- el 25 de octubre de 1917, aunque para Occidente se tratara del día 7 de noviembre del mismo año. La asunción del poder en esa nación por los bolcheviques, bajo la dirección de Vladimir Ilich Lenin, cambió el curso de la historia de la Humanidad de manera fundamental y, más allá del desarrollo de los acontecimientos en Rusia, la importancia e influencia de ese acontecimiento sigue proyectándose hasta nuestro tiempo. La toma del poder político en una sociedad, en un Estado, por los trabajadores y los cambios que se pueden lograr sigue siendo tema fundamental en nuestros días, más allá de todo cambio transitorio.
Medio siglo más tarde, un 9 de octubre de 1967 fue asesinado cobardemente el médico y comandante guerrillero argentino Ernesto Che Guevara en la localidad de La Higuera en Bolivia.La orden vino directamente desde Estados Unidos y los cobardes ejecutores bolivianos dieron muerte a uno de los más ilustres personajes de nuestro tiempo que se encontraba prisionero, atado y herido.
El 22 de octubre de 1970 un grupo terrorista de la derecha chilena atentó en contra del general del Ejército, entonces su Comandante en Jefe, René Schneider Chereau. Se trataba de impedir a toda costa que Salvador Allende, ganador de las elecciones de 1970, asumiera la Presidencia de la República. El plan, concebido y financiado por el presidente Richard Nixon y la CIA norteamericana, Richard Helms y Henry Kissinger de por medio, fue coordinado en Chile por los generales Roberto Viaux y Camilo Valenzuela junto al grupúsculo terrorista Patria y Libertad que encabezaba el abogado Pablo Rodríguez. Los criminales balearon al general Schneider quien falleció poco después, exactamente el 25 de octubre de ese año. Los hechos están absolutamente comprobados en los propios documentos desclasificados de la CIA, en los informes norteamericanos y por historiadores e investigadores como Peter Kornbluh, Mario Amorós y Mónica González, entre muchos otros. Curioso y lamentable: nadie fue sancionado por ese crimen y hasta nuestros días sus instigadores, sus autores, cómplices y encubridores se pasean muy tranquilos por el país. Lo que no habla precisamente bien de nuestros tribunales. Lo mismo sucedió más tarde con el asesinato del almirante Arturo Araya.
Fue un 24 de octubre, del lejano 1842, cuando falleció en Lima el gran patriota Bernardo O’Higgins. Y el 4 de octubre de 1917 nacía en San Fabián, Ñuble, nuestra inmortal Violeta Parra.
El 13 de octubre de 1930 en Usulután, El Salvador, nació Schafik Handal, un líder revolucionario de su patria que cursó estudios en Chile, en donde ingresó a militar en las filas del Partido Comunista y tuvo grandes amigos de toda la vida, como nuestro escritor Poli Délano. Tuve el honor de conocerle y compartimos cuando el exilio.
Y fue también en octubre, en este octubre, que en Bolivia han vuelto a triunfar las fuerzas democráticas del Movimiento al Socialismo (MAS), al que pertenece el ex mandatario Evo Morales. Esta vez los elegidos – con más de 20 puntos de diferencia con sus competidores – han sido Luis Arce y David Choquehuanca. Una gran victoria democrática que anuncia tiempos nuevos para América Latina.
Además, en este octubre se han alzado las voces que plantean poner fin al atrabiliario y entreguista mandato de ese triste personaje que es Luis Almagro en la Organización de Estados Americanos, la OEA, una entidad servil a Estados Unidos. Almagro, ex ministro en Uruguay, fue precisamente uno de los intervinientes en las maniobras que dieron paso a la salida del ex presidente Morales.
Volviendo al octubre chileno, el impresionante pronunciamiento popular respecto de la urgente necesidad de cambiar la actual organización política del país para dar paso a un Estado distinto, dueño de las riquezas naturales y con recursos suficientes para garantizar al pueblo educación, salud, vivienda y Seguridad Social y terminar con la explotación y las injusticias, ha abierto sin duda una de las páginas más promisorias de nuestra historia.
Por voluntad del pueblo chileno, octubre queda marcado para siempre como un mes muy especial de nuestra Historia.
(*) UN REVOLUCIONARIO INSUSTITUIBLE
Enrique Santiago / Secretario General del Partido Comunista de España
Eduardo Contreras es un eminente abogado chileno, defensor de los derechos humanos y militante comunista desde su adolescencia. Durante los años de la Unidad Popular fue alcalde de su localidad natal, Chillán, y posteriormente diputado comunista en la última legislatura democrática chilena antes del golpe de estado de septiembre de 1973. Tras el golpe de Estado partió al exilio desde dónde organizó la resistencia comunista a la dictadura, lo cual le supuso persecución e incluso una detención, tortura y encarcelamiento en las prisiones panameñas, donde llegó a estar detenido desaparecido con la intervención directa de agentes estadounidenses. Consiguió trasladarse a Cuba dónde vivió buena parte de los años del exilio, siendo enlace entre el Partido Comunista de Chile y distintas organizaciones que se oponían a la dictadura y el Partido Comunista de Cuba, años en que estas coordinaciones se realizaban a través del denominado Departamento América del partido cubano. Concluida la dictadura, se trasladó nuevamente a Chile organizando la lucha política desde las filas comunistas y en especial el movimiento de defensa de los derechos humanos y contra la impunidad y la atención jurídica a las víctimas de la represión. Ha sido abogado de la Agrupación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos políticos y jugó un papel determinante en el impulso al procedimiento penal que desde Chile y en ejercicio de la jurisdicción universal consiguió acabar con la impunidad de Pinochet. Fue el abogado que presentó la primera querella contra el dictador en Chile, querella formulada en nombre de la entonces Secretaria General del Partido Comunista de Chile, la camarada de Gladys Marín. Posteriormente fue enlace entre las organizaciones chilenas de derechos humanos y el equipo jurídico que en la Audiencia Nacional organizó la querella contra la dictadura que consiguió la detención de Pinochet en Londres. Tras el ignominioso regreso de Pinochet a Chile, Eduardo Contreras consiguió el desaforamiento del entonces senador vitalicio, posibilitando que Pinochet compareciera por primera vez ante la justicia chilena. Sería imposible enumerar el extenso listado de casos judiciales en los que nuestro camarada Eduardo Contreras desempeñó destacadas tareas. En épocas recientes se ha desempeñado como Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Chile y en la actualidad trabaja en la Comisión de Cultura de nuestro partido hermano. Eduardo es una grandísima persona, militante no solo del Partido Comunista de Chile sino de esa organización que no conoce fronteras ni idiomas, la Internacional Comunista. Una persona siempre dispuesta a dar esfuerzos, trabajo y tiempo de militancia por cualquier noble causa en defensa de los pueblos del mundo y de las clases trabajadoras. En el sentido literal del término, un revolucionario insustituible. Un comunista entregado a la lucha de la clase obrera y un excelente jurista dedicado durante toda su vida a la defensa de los derechos humanos contra la impunidad. Es un honor para Mundo Obrero publicar este artículo de Eduardo Contreras.
(*) / ’El Siglo’ (Chile)