El 13 de diciembre celebró su VI Asamblea el Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) que por restricciones de seguridad fue telemática.

Durante un mes las delegaciones estuvieron debatiendo los documentos y de este proceso se inscribieron un centenar de delegadas.

Se hizo balance del trabajo desde el MDM y desde las delegaciones de Cataluña, Euskadi, Madrid, País Valenciano, Navarra, Asturias, Castilla y León o a nivel local como Sils (Girona) o Benalmádena (Andalucía) y en Luxemburgo con mujeres españolas que residen en dicho país. Experiencias que animaron a muchas delegadas para reorganizarse en nuevas delegaciones a nivel de comunidad autónoma, Castilla La Mancha y Extremadura, y a nivel local, como en Huelva, Málaga y Barcelona.

Se proyectó un video de homenaje al 75 Aniversario de la FDIM ofrecido por las compañeras de la región de América y Caribe, en representación de 69 organizaciones de mujeres.

Cristina Simó, presidenta saliente, hizo un balance de la gestión del MDM y seguidamente lo hicieron las responsables de las diferentes delegaciones. El trabajo realizado se concretó básicamente en el impulso de la Red Libre Trata, el abolicionismo de la prostitución y de los úteros de alquiler, el movimiento 8M, el antiimperialismo, la solidaridad y la paz desde una perspectiva de género. La memoria histórica de la lucha de las mujeres y el movimiento feminista anticapitalista, internacionalista e interseccional.

Se presentaron los documentos de la VI Asamblea. El primero por Maite Gabaldón, presidenta de la federación valenciana, que enmarcaba el MDM en el contexto de la crisis de la pandemia y su papel en el movimiento feminista.

Gabaldón destacó la mayor vulnerabilidad y precariedad de la vida de las mujeres desde las políticas de recortes en 2008. Una situación en el mundo del trabajo en franca desventaja sobre los hombres, las dobles jornadas al encargarse también de los cuidados que con la crisis del coronavirus se han agudizado aún más, quedando en evidencia una sociedad con una organización social del cuidado muy deficiente. Unos servicios públicos (sanidad, educación y servicios sociales) que han sufrido un brutal deterioro cada vez más privatizados e ineficientes. Y una atención a la dependencia y al cuidado de mayores que recae sobre una red débil, precarizada y completamente insuficiente asumida mayoritariamente por mujeres.

El conflicto entre el capital y la vida

El documento ponía de relieve por un lado la existencia de una esfera económica que sostiene la vida sin remuneración ni valoración social, invisible para el circuito de la economía de mercado, y por otro la existencia de un conflicto inherente al sistema capitalista entre el capital y la vida que se agudiza en tiempos de crisis. Por ello se manifestaba que los cuidados debían estar en las agendas políticas.

Denunciaba que las mujeres hemos sufrido doblemente el confinamiento porque la mayoría de las mujeres asumimos sin reconocimiento alguno la carga de cuidados con dobles jornadas laborales y la presión de los cuidados se da de manera desigual según la clase social, más la supuesta solución del teletrabajo que no tuvo en cuenta las necesidades de los diferentes hogares. También se señalaron dos sectores de mujeres especialmente vulnerables, que vieron precarizar aún más sus vidas durante el confinamiento: las familias monoparentales y las mujeres migrantes, la mayoría de las trabajadoras domésticas y del sector de cuidados.

También se denunció como los desahucios afectan en su gran mayoría a las mujeres como consecuencia de la feminización de la pobreza. Así como el aumento de violencias machistas durante la pandemia al estar las mujeres confinadas con sus maltratadores y cómo repercutió también en las víctimas de trata y prostitución que fueron invisibilizadas y reconfinadas con sus explotadores y proxenetas.

En el documento concluían que debían seguir con el trabajo inclusivo dentro del movimiento feminista para ayudar a fortalecerlo y cohesionarlo, recuperando la consigna de que si las mujeres paramos, el mundo se para. Porque entendían que es hora de reconstruir lo público y avanzar hacia la idea de lo común sin dejar por ello de defender y avanzar en sus propios posicionamientos de un feminismo de clase, abolicionista, contra la justicia patriarcal, misógina y reaccionaria.

La extrema derecha nos ataca porque nos teme

Ideas claves fueron avanzar hacia un Sistema Estatal de Cuidados que nos lleve a un cambio de paradigma y hacia una legislación abolicionista de la prostitución, conquistando a la opinión pública y reforzando la Red de Municipios Libres de Trata que el MDM impulsó en 2015.

Por último, denunciaron los ataques de la extrema derecha española y europea al movimiento feminista y a nuestros derechos, en sus tres vertientes: la liberal, la moderada y la negacionista y misógina. Que aumentan cada día más porque nos temen. Por ello se insistió en la unidad popular y la unidad feminista. Lo contrario de lo que quiere el sistema y la extrema derecha. Un documento que fue aprobado por el 98’38% de los votos de las delgadas.

Cristina Simó, que ha sido reelegida de nuevo como Presidenta por la VI Asamblea, presentó el plan de acción con el que se pretende reforzar los diferentes frentes en los que el MDM participa como activistas o como impulsoras de diferentes campañas.

La propuesta del plan de acción contempla diferentes espacios de trabajo: la Red de Municipios Libres de Trata y la abolición de la prostitución, la abolición de los úteros de alquiler, los cuidados, la mujeres con discapacidad, el 8M, la formación interna, la educación feminista, la memoria histórica del MDM y de las mujeres, la paz y la solidaridad, la violencia machista, la abolición de la violencia obstétrica, la comunicación interna y externa, la autogestión, la acción internacional y el antiimperialismo.

Simó dijo que el objetivo de esta propuesta es crear equipos de trabajo coordinados por las compañeras de la permanente y de la junta directiva, además de contar con invitadas en representación de los territorios que todavía no hayan constituido delegación.

Todas las socias podrán inscribirse en las comisiones para fomentar el trabajo colectivo y en red. De manera que las iniciativas, propuestas y orientaciones que salgan serán de gran utilidad para todas las delegaciones del MDM que podrán adaptarlo a sus realidades. El documento fue aprobado por el 98,33% de los votos de las delegadas.

Ana Mata presentó la propuesta de candidatura que fue aprobada por el 93,65%, donde repetían la presidenta Cristina Simó y la vicepresidenta Ana Mata, con la incorporación de nuevas compañeras a la permanente: Ester Aranda de Madrid, Sandra García de Benalmádena (Málaga), Ester Ripa de Navarra y Olga López de Sils (Girona).

Seguimos construyendo feminismo de clase

La clausura contó con las intervenciones de las invitadas que saludaron a la VI Asamblea del MDM como Elena Blasco, secretaria confederal de las mujeres e igualdad de CCOO, Cristina Antoñanzas, vicesecretaria de UGT, Mari Luz González, de la Secretaria de Mujeres de STES, Francisco Arriero, Carmen Barrios, Daniel Lobato, Susana Fernández de la Red Ecofeminista, Maribel Ramon de la Asociación Vecinal Lucero de Madrid y otras organizaciones como Dones Morades y el Front Abolicionista del País Valenciano, el PCE y la Red Feminista de IU. También enviaron sus saludos desde el Instituto de la Mujer, otras organizaciones y partidos, como Jai Jagat- España, la vocalia de dones de l’Eixample de Barcelona, entre otras, y Podemos.

Una buena representación de las compañeras de la FDIM de la Región de Europa participó en la clausura: Theodosia D. de OGE de Grecia, Sandra Benfica de MDM Portugal y Ada Donno de AWMR Italia. También saludaron e hicieron un reconocimiento de la trayectoria y trabajo del MDM y su intención de seguir trabajando conjuntamente en este momento de crisis sanitaria y económica mundial donde las más afectadas son las mujeres. Como dijo Sandra, “la solidaridad entre las organizaciones de mujeres no se confina, la lucha es el camino”.

La Asamblea acabó con un video homenaje a compañeras del MDM fundacional y del MDM recuperado en 2013 que se nos han ido en estos últimos años, como Sagrario Losada (1949-2017), Josefina Samper (1927-2018), Paquita Martín (1925-2020), Natalia Joga (1928-2020) y Maruja Cazcarra (1931-2020).

Como dijo Cristina Simó en la clausura, en 2013 no constituimos un MDM nuevo sino que dimos continuidad al MDM de 1965, con el mismo espíritu. Ellas combatieron la dictadura, nosotras la dictadura de los mercados y los avances de las derechas que nos quieren sin derechos. Ellas defendieron los intereses generales y nosotras defendimos y defendemos lo público y lo común por una vida digna de ser vivida. Ellas movilizaron, concienciaron y empoderaron a miles de mujeres plantando el germen de las feministas de hoy. En el MDM seguimos construyendo feminismo de clase desde la unidad y la cohesión. Sumando y avanzando porque un paso adelante del Movimiento Feminista es un paso atrás de la derecha y la extrema derecha.

Presidenta del MDM