La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha admitido la que he formulado para que Bruselas reduzca la ratio de alumnado en las aulas y aumente la cantidad de profesorado correspondiente, desde Educación Infantil hasta la Universidad, en todos los países de la Unión Europea. La petición está abierta actualmente a apoyos y adhesiones, tanto a nivel individual como colectivo, en este enlace: https://cutt.ly/ShfIpNp
Puede ser la oportunidad para avanzar hacia un Pacto Educativo Europeo en algo en lo que prácticamente todos los sectores de la comunidad educativa y social pueden estar de acuerdo: reducir las ratios educativas en todos los niveles para asentar una educación inclusiva y de calidad.
El derecho de petición es un instrumento democrático que ofrece la posibilidad de dirigirse a las instituciones de la Unión y presentar reclamaciones y solicitar su intervención. El Parlamento Europeo ha considerado siempre las peticiones como un elemento clave de la democracia participativa. También ha subrayado su importancia para sacar a la luz los casos de aplicación incorrecta de la legislación de la Unión por parte de los Estados miembros. De hecho, no son pocas las peticiones que han dado lugar a una acción legislativa o política o a procedimientos de infracción, sobre todo en los ámbitos de los derechos fundamentales como es la educación.
La presidenta de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo asegura que “la petición entra dentro de los ámbitos de actuación de la Unión Europea”, por lo que ha pedido a la Comisión Europea que “considere la inclusión de la reducción de alumnos por aula y el aumento del número de profesores en todos los niveles educativos (https://cutt.ly/ThRY0OZ) dentro del diseño del Espacio Europeo de Educación”.
He presentado esta petición al ver vulnerado un derecho fundamental, como es la educación inclusiva, si no se articulan medidas efectivas para reducir las ratios educativas desde infantil a la Universidad y aumentar el número de docentes en correspondencia con ellas. He solicitado al Parlamento Europeo y a la Comisión Europea que actúen para poner fin a una situación de incumplimiento de las recomendaciones de los organismos internacionales en materia educativa y a la posible violación de normativa comunitaria y de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.
El objetivo principal es exigir la reducción de la ratio del número de estudiantes por aula y el aumento consiguiente del profesorado en la educación infantil de acuerdo a las recomendaciones de la Red de Atención a la Infancia de la Comisión Europea, que establecen que se requiere una persona especialista por cada cuatro bebés de 0 a 12 meses, una por cada seis niños de 12 a 24 meses, una por cada ocho de 2 a 3 años y una por cada quince de 3, 4 y 5 años. En las enseñanzas obligatorias (de 6 a 16 años), las aulas no deberían superar los veinte estudiantes por grupo/aula para poder dar respuesta a la diversidad del alumnado y desarrollar una educación más inclusiva y personalizada con recursos, como siempre se ha demandado en las declaraciones oficiales y en los documentos de la UE.
Asimismo, el Plan Bolonia establecía que para reforzar el trabajo individualizado hubiera un máximo de 30 estudiantes por aula universitaria y que a partir de 38 supondría la formación de un segundo grupo. La realidad constata que en la mayoría de Estados miembros esto no se cumple.
La educación como prioridad para la inversión pública en la UE
La adecuación de la ratio de alumnado por aula es una medida clave e imprescindible, no solo para respetar la distancia social imprescindible en estos momentos de pandemia sino como instrumento necesario en los sistemas educativos para poder garantizar la inclusividad y luchar contra el abandono y el fracaso escolar, elementos que están establecidos en los marcos normativos de los países europeos.
El tamaño de la clase afecta a la cantidad de tiempo y atención que un profesor o profesora puede dar a sus estudiantes de forma individualizada, así como a las dinámicas sociales de interacción y aprendizaje entre los estudiantes. Es positivo no solo para personalizar la educación de todos los estudiantes y dar respuesta inclusiva a la diversidad creciente en las aulas, y especialmente para el alumnado con más dificultades, sino también para los y las docentes por la carga de trabajo y la atención que pueden realizar de forma más individualizada.
El único cuestionamiento que se plantea a esta medida es de carácter económico: su coste. Por eso, esta medida tiene que venir acompañada, como se exige en la petición, de la inversión pública necesaria en todos los Estados de la UE para articular un aumento sustancial en la plantilla del profesorado permanente. Si la educación es uno de los pilares del futuro de nuestra sociedad, debe ser una de las prioridades de la inversión pública en la UE.
En definitiva, esta petición solicita al Parlamento Europeo y a la Comisión Europea que insten a los Estados miembros a revisar la ratio del alumnado por grupo/aula en todos los niveles educativos y que remitan esta petición a la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE para que investigue las posibles violaciones en materia educativa. Que se tenga en cuenta a la hora de revisar y aprobar normativas en todos los Estados miembros de la UE y que se evalúe la posibilidad de legislar elementos comunes en torno a las ratios de alumnado por grupo-aula que aseguren el cumplimiento de los derechos fundamentales. Y, finalmente, que inste a las autoridades competentes de todos los países de la UE a adoptar con carácter de urgencia las medidas necesarias para resolver el problema señalado en esta petición.
Militante del PCE y Coordinador del Área Federal de Educación de Izquierda Unida