Cuando José Luis Escrivá fue designado por el PSOE como ministro de Seguridad Social, nos generó preocupación por su historia al frente de otras responsabilidades institucionales y privadas. Presidió la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal de 2014 a 2020 de forma marcadamente neoliberal. Tuvo cargos en el Banco Central Europeo de 1999 a 2004 y posteriormente en otras entidades financieras europeas que ejerció con el mismo sesgo.
Escrivá tiene una historia preocupante para estar al frente de las pensiones públicas, algo tan deseado por bancos y grupos financieros. Por el programa común suscrito entre el PSOE y Unidas Podemos, consideramos en su día darle un margen de confianza pero lo cierto es que sigue demostrando un neoliberalismo al servicio de los intereses económicos y financieros.
La mayoría de las recomendaciones del Pacto de Toledo, su aplicación y desarrollo, supondrían avances importantes en la mejora del sistema público de pensiones pero estas no son sus prioridades. Nos tememos que el ministro tuvo algo que ver en que no se suprimiera el factor de sostenibilidad para completar la derogación de la reforma de las pensiones del PP de 2013, que fue el mayor recorte a las pensiones actuales y futuras.
Las pensiones públicas sufrieron un duro recorte en 2011 por parte del gobierno de Zapatero por las presiones de la Unión Europea. En su momento el acuerdo de los sindicatos con el gobierno redujo el impacto al mantener la jubilación a los 65 años con 38,5 cotizados. Hoy, para Javier Escrivá y la ministra de Economía no es suficiente. Y Escrivá busca fórmulas para reducir el acceso a la jubilación anticipada, entre otras medidas.
El ministro, en lugar de respetar y desarrollar los acuerdos del Pacto de Toledo, se dedica a llevar propuestas a los medios de comunicación al margen de las veinte recomendaciones aprobadas, como son: abonar hasta 12.000 euros por atrasar la jubilación, subir a 35 años el cómputo para la pensión o incrementar las pensiones al final del año, cuando se conoce la subida del IPC. Pretende corregir el factor de sostenibilidad en vez de derogar la ley de 2013 del PP o poner más recursos públicos para fomentar los planes de pensiones de empleo. Queremos destacar que estas iniciativas no formaban parte del programa electoral del PSOE y no forman parte del actual programa de gobierno pactado entre el PSOE y Unidas Podemos.
El ministro no respeta el programa de gobierno ni los acuerdos del Pacto de Toledo, sus prioridades son otras, cuenta con el apoyo de la ministra de Economía y se excusa en la demanda de la Unión Europea. En realidad, las presiones son de los sectores más neoliberales que pretenden aprovechar esta crisis para establecer nuevos recortes y empobrecer las pensiones públicas. Escrivá hace propuestas al margen de lo acordado en el Pacto de Toledo. Lo preocupante es que sus ocurrencias no tienen contestación desde el ámbito socialista del gobierno, ni del mismo presidente, sin duda preocupados por no contrariar a las élites económicas y empresariales.
Todo lo que plantea el ministro crea mal ambiente, muestra con ello su poca simpatía con los acuerdos que contienen las recomendaciones aprobadas, especialmente sobre las pensiones actuales, y enturbia las negociaciones con los sindicatos que se vienen mostrando muy distantes de estos planteamientos.
El Ministro Escrivá ha demostrado que está al lado de las elites financieras e industriales y hace evidente su falta de lealtad con los acuerdos del gobierno. ¿Para qué un ministro así en un gobierno que ha hecho una apuesta programática por la mayoría social?
Secretaria de Pensionistas y Jubilad@s del PCE