“Marruecos se atrevió a empujar a su gente hacia Ceuta a partir de esos encuentros, cuando vio que el PP estaba por presionar al Gobierno”, destaca la subdelegada saharaui para la Comunidad de Madrid.

El presidente del PP, Pablo Casado, mantuvo hace sólo ocho días, el pasado 11 de mayo sendas reuniones telemáticas con los marroquíes Aziz Ajanuch –presidente del partido RNI (Reagrupamiento Nacional Independiente), ministro marroquí de Agricultura y Pesca, máximo accionista del Grupo Akwa y, según la revista estadounidense ‘Forbes’, persona más rica de Marruecos después del rey Mohamed VI– y Nizar Baraka, secretario general del partido Istiqlal. Según destacó el propio PP en un comunicado, los encuentros fueron solicitados por los dos partidos marroquíes, ambos “aliados” del PP Europeo, y el Istiqlal además “socio” de la IDC (Internacional Democrática de Centro), de la que Casado es vicepresidente.

El propio Casado anunció en su perfil de Twitter la celebración de ambas reuniones, aseguró que la “relación” de España y Marruecos es “importante” para el “comercio”, la “pesca” y la “seguridad” y reclamó al Gobierno español “información sobre la entrada irregular del líder del Frente Polisario”, en referencia a Brahim Ghali –secretario general del Frente Polisario y presidente de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática)–, que entró en España hace un mes con otra identidad y que está ingresado con covid en un hospital de Logroño.

El 8 de mayo –tres días antes de las reuniones de Casado con Januch y Baraka–, Marruecos había emitido un duro comunicado advirtiendo de que la presencia de Ghali en España tendría “consecuencias”, pues “la preservación de la asociación bilateral” entre ambos Estados es “una responsabilidad compartida” que “se nutre del compromiso permanente de salvaguardar la confianza mutua, una cooperación fructífera y la salvaguarda de los intereses estratégicos de dos países”. Este lunes –seis días después de los encuentros de Casado–, Marruecos permitía una avalancha sobre Ceuta de miles de marroquíes en situación vulnerable, muchos de ellos menores de edad.

Según informó el propio PP, Casado informó a Januch y Baraka del registro por parte del PP de “cinco preguntas parlamentarias” para “pedir explicaciones al Gobierno de Pedro Sánchez sobre la entrada irregular, sin comunicar y con identidad falsa” de Ghali y se comprometió con ellos “a recuperar la tradición de que Marruecos sea la primera visita oficial cuando llegue al Gobierno, como han hecho todos los presidentes excepto Sánchez”.

Consultada por LUH, Jadiyetu El Mohtar, subdelegada saharaui para la Comunidad de Madrid y miembro de la UNMS (Unión Nacional de Mujeres Saharauis), ha denunciado esa “postura” que está manteniendo la oposición española –encabezada por el propio PP de Casado–, que “en lugar de cerrar filas con el Gobierno para defender la política exterior y la integridad de España, lo que está haciendo es darle un balón de oxígeno a Marruecos, que lo necesita”. Y El Mohtar ha dicho algo más: “Marruecos se atrevió a empujar a su gente hacia Ceuta a partir de esos encuentros con Casado, cuando vio el apoyo de Casado y del PP”. La subdelegada saharaui ha insistido en que, antes de que seis días antes de que Marruecos permitiera esa avalancha sobre Ceuta, Januch y Baraka “tantearon el pulso de la oposición con esas dos reuniones con Casado, porque Marruecos sabe jugar con este tema –si está con el Gobierno español, ataca a la oposición, y si está en contra del Gobierno español, hace migas con la oposición–, y entonces lo que han hecho con esas reuniones es tantear a la oposición y, como han visto que el partido de Casado estaba por presionar al Gobierno, pues ellos «adelante»”.

El Mohtar ha destacado asimismo que el RNI de Januch y el Istiqlal de Baraka son “dos partidos de extrema derecha muy cercanos a palacio” –es decir a Mohamed VI–, “sobre todo el de Baraka, que se dice el partido de la independencia pero que realmente es el partido de la expansión, porque en su discurso y en sus estatutos dice que las fronteras de Marruecos llegan hasta Andalucía y hasta Mauritania y parte de Argelia, y Ceuta y Melilla y Canarias por supuestísimo”. “El partido de Baraka considera algunos territorios de España como parte de la integridad territorial de Marruecos e incluso alentó la ocupación militar de Perejil”, ha concluido.

(*) Fuente: La Última Hora

(*)