El día 20 de mayo arrancó la Marcha por la Libertad del Pueblo Saharaui que recorrerá España de Norte a Sur y de Este a Oeste para confluir el día 18 de junio en Madrid y hacer entrega, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, de un manifiesto (https://marchasaharaui.org/firmar) al que se han adherido ya miles de personas, organizaciones sociales, políticas y sindicales y que sigue abierto a nuevas adhesiones.
Hace más de seis meses decenas de organizaciones y asociaciones dieron vida a PULSO (Plataforma Unidas por la Libertad del Sáhara Occidental) para poner en funcionamiento esta iniciativa histórica. La Marcha se divide en varias columnas que irán confluyendo hasta quedar en tres: Sur, Norte y Este que recorrerán miles de kilómetros andando para visibilizar la causa saharaui. En paralelo, se están organizando actos culturales, sociales y políticos en distintos puntos del recorrido y en otras provincias por las que no discurrirá la Marcha.
El Partido Comunista de España, desde su tradición histórica por la liberación de los pueblos en general y del Sáhara Occidental en particular, apoya esta Marcha y su militancia, siempre activa, está trabajando para que ésta salga adelante. Además, en el último informe del Comité Central se pedía garantizar una buena movilización a su llegada a Madrid, que puede ser bien acompañando a las columnas a su encuentro en la Puerta del Sol el día 18 junio, o bien en la gran manifestación prevista para el día siguiente.
Escalada de la presión: desde la ruptura del alto el fuego a Ceuta
Nuestro pueblo hermano saharaui necesita ahora más apoyo que nunca por nuestra parte. En los últimos seis meses han sido múltiples las maniobras del régimen de Marruecos para ejercer presión a la comunidad internacional y que cambiara su postura sobre la soberanía del Sáhara Occidental. Cabe recordar en este punto que el Sáhara Occidental es un territorio No Autónomo pendiente de descolonizar, según la ONU, el territorio No Autónomo más grande del mundo y la última colonia de África y que la potencia administradora “de iure” sigue siendo España. Cabe Destacar también que el Tribunal de la Haya reconoció en 1975 que no existían lazos jurídicos, ni históricos del Sáhara Occidental ni con Marruecos ni con Mauritania.
En un repaso de acontecimientos de los últimos meses hay que señalar:
– El 13 de noviembre Marruecos rompe el alto al fuego promovido por la MINURSO y contra la población civil saharaui en el paso ilegal del Guerguerat. Marruecos oculta la guerra, ya lo hizo con la primera y lo sigue haciendo con la segunda.
– Un mes más tarde Trump reconoce, en una maniobra contraria al derecho internacional, la soberanía de Marruecos en el Sáhara Occidental.
– Marruecos entabla de manera abierta relaciones con Israel a costa de Palestina. Relaciones que siempre habían existido pero que no se habían reconocido abiertamente, lo que se supone un conflicto con la población marroquí que se posiciona a favor del pueblo palestino.
– Varios países africanos abren consulados en las ciudades ocupadas del Sáhara Occidental, legitimando con ello la ocupación. Otro que anuncia la apertura de consulado es el propio EEUU, aunque finalmente quedó en una parodia “virtual”.
– La Comunidad Internacional, entre la que está la Unión Europea y la Unión Africana (de la que la República Árabe Saharaui Democrática -RASD- es Estado miembro fundador y de pleno derecho) afirman que su posición, frente a la cuestión saharaui, no ha cambiado.
– A juicio el Acuerdo Comercial de Marruecos con la UE que incluye los productos robados en el Sáhara Occidental y la, más que posible, sentencia favorable al Frente Polisario.
– Grave crisis económica y social en Marruecos que se ha saldado con manifestaciones en distintos puntos del país.
– Crisis migratoria de Canarias, como medida de presión y chantaje a España (llave en el conflicto del Sáhara Occidental como potencia administradora). Por un lado, las migrantes salían de la ciudad ocupada de Dajla que tiene una gran vigilancia policial debido a su statu quo y, por otro lado, el ministro Marlaska pactó que todas las devoluciones de población marroquí que se hicieran fueran a El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, legitimando así la ocupación.
– El reino de Marruecos mantiene crisis diplomáticas con varios países, entre los que está Alemania y Sudáfrica para ejercer presión en la Unión Europea y Africana respectivamente.
– Crisis humanitaria en Ceuta. Una vez más el régimen marroquí no duda en utilizar a su pueblo como arma arrojadiza para hacer chantaje, aunque ello implique poner en riesgo vidas humanas.
– Querella-farsa contra el presidente de la RASD, Brahin Ghali, que ha tenido que declarar desde un hospital y en un delicado estado de salud. Esta querella fue archivada varias veces y que está interpuesta por un consejero del propio rey de Marruecos. El juez Pedraz no ha visto indicios de delito y es posible que en los próximos días sea archivada.
El juego de la derecha mediática
Si en España ha habido una causa transversal de izquierda y derecha ha sido la cuestión saharaui. En una encuesta reciente casi el 70% de la población española se mostraba a favor de esta causa. En un quiebro de las circunstancias y tras una reunión de Pablo Casado con partidos defensores del régimen expansionista marroquí (que reclaman Canarias, Ceuta, Melilla y Andalucía como provincias del imperio de Marruecos) hemos visto estos últimos días cómo famosos tertulianos defensores de la extrema derecha y con un alto grado de patriotismo exhibido en pulseras y tirantes, apostaban en tertulias y prensa por el régimen de Marruecos como forma de oponerse al Gobierno de España.
Si al pueblo saharaui le ampara el derecho internacional y las resoluciones de la ONU, vemos cómo el lobby marroquí está ejerciendo presión dentro y fuera de España, porque la supervivencia del reinado de Mohamed VI y su régimen clientelar está directamente vinculada con la cuestión territorial del Sáhara Occidental.
A modo de conclusión, por todo ello es importante que la Marcha por la Libertad del Pueblo Saharaui sea un éxito social y político. Acompañar a la Marcha en su recorrido, participar en sus actos, llevar iniciativas a las instituciones en las que estemos presentes, dar visibilidad a su causa, reclamar justicia para nuestro pueblo hermano, explicar su situación en tertulias, charlas o conversaciones de amigos y, como comunistas, no olvidarnos nunca de que miles de personas viven bajo represión y tortura y otras miles en la zona más inhóspita del planeta esperando el prometido referéndum de autodeterminación auspiciado por la ONU y del que España puede ser la llave.
Tenemos una deuda histórica, se lo debemos.
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REPRESIÓN EN LOS TERRITORIOS OCUPADOS DEL SÁHARA OCCIDENTAL
Paralelamente a estos hechos, en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, la situación se ha recrudecido con el inicio de la guerra y la declaración de Trump. Marruecos está ejerciendo más represión que nunca contra la población saharaui, que representa aproximadamente un 15% de la población total, el resto de la población son colonos a los que el régimen de Marruecos ofrece prebendas para asentarse en esos territorios en contra del derecho internacional.
Significativo ha sido el caso del periodista Mohamed Lamin Haddi, que había sido condenado en el juicio farsa de Gdeim Izik y que inició una huelga de hambre para denunciar la grave situación de los presos saharauis en las cárceles de Marruecos. Haddi estuvo incomunicado de su familia, que no sabía si estaba vivo o muerto, durante más de mes y medio. Finalmente hizo una llamada de escasos segundos para decir que habían empezado a alimentarle por la fuerza. Más de cuarenta días después de esa llamada no se han tenido más noticias de él.
Otro caso destacado es el de las activistas Sultana y Luaara Jaya, símbolo de la resistencia saharaui, que llevan bajo arresto domiciliario y completamente sitiadas por la policía del régimen de ocupación desde el mes de noviembre. Su casa ha sido asaltada varias veces, les han arrojado excrementos y ácido dentro y han destrozado muebles y enseres. Ellas permanecen aisladas porque los agentes del régimen no les dejan recibir visitas y han sido golpeadas, maltratadas física y psíquicamente y violadas con tubos y palos.
En las últimas semanas varias casas de activistas han sido allanadas y varios activistas saharauis de los territorios ocupados han sido secuestrados y torturados por el régimen de ocupación y abandonados en el desierto a cientos de kilómetros de sus casas.
A la represión ejercida por el régimen de Marruecos contra activistas saharauis hay que añadir la constante vigilancia que tienen y la dificultad para comunicarse con el exterior puesto que sus comunicaciones son monitoreadas con programas espías. Además, la MINURSO es la única misión de la ONU que no contempla la vigilancia de los Derechos Humanos.