La oficina del español creada por Isabel Diaz Ayuso para Toni Cantó es un insulto a la inteligencia. En primer lugar no llega a oficina, puesto que han reconocido que no hay personal, presupuesto, funciones ni objetivos. Simplemente se trata de un salario para Toni Cantó, sin capacidad de actuar.

Sean cuales sean los objetivos de la oficina dependerán de lo que Cantó pueda hacer por sí mismo, pero ni personal administrativo tiene para llevarle la agenda, ni personal de prensa para intervenir en los medios, ni ningún otro personal que se nos ocurra.

En resumen: Cantó no va a hacer nada. Aparte de cobrar. De cobrar, en concreto, el precio por su traición a Cs.

Pareciera que Ayuso no ha encontrado ningún puesto en la administración madrileña (con cerca de 18.000 millones de presupuesto, se dice pronto, que pudiera cubrir Cantó, o quizás ni siquiera lo ha intentado, para dejar en evidencia al fichaje que le impuso Pablo Casado en su lista.

Lo natural es que a los amiguetes a los que se quiere colocar se los ponga en algún puesto de libre designación, sólo a los muy, muy inútiles se les crean puestos vacíos ad hoc. El precedente de inutilidad más cercano es Santiago Abascal, al que le destinaron a la fundación para el Mecenazgo. Eso sí, prece que Abascal era más amigo de Aguirre que Cantó de Ayuso, porque el hoy líder de Vox cobraba 10.000 € más que los 70.000 € que va a cobrar Cantó.

(*) Tito Morano es Portavoz de Presidencia, Justicia e Interior del grupo parlamentario Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid.

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