Las últimas décadas han dejado nuestras librerías provistas con verdaderos tesoros sobre casi cualquier aspecto relativo a la historia reciente. En América Latina, Europa y Norteamérica se cuentan un número considerable de personas centrados en desarrollar esa relación con profundidad y talento. Lo mismo sucede sin duda en los potentes espacios asiáticos de creación, e incluso en algunas zonas de África.
Entre quienes trabajan en ese espacio, autoras y autores son la parte visible y canonizada, pero el ecosistema que posibilita la creación pasa por una nutrida red de editoriales, festivales, críticos y librerías que tejen incesantemente relaciones entre sí y se apoyan sobre comunidades de recepción con notables diferencias tanto entre países como en el seno de cada uno de ellos. Francia ejerce ahí desde hace años de foco primero de irradiación. Su industria cultural seguramente sea, junto a la estadounidense, la que aún hoy ofrece sustento material a la mayor parte de las personas que se profesionalizan en el ámbito de la creación gráfica. De toda esa constelación de agentes, en nuestras librerías se han consagrado un puñado de autores y obras que aquí ni siquiera mencionaremos (su fama lo vuelve innecesario) para centrarnos en otras obras quizás menos conocidas pero que sin duda merece la pena destacar.
Selk’nam: fragmentos de un exterminio (Carlos Reyes y Rodrigo Elgueta, La Oveja Roja, 2021): Carlos Reyes y Rodrigo Elgueta son una de las duplas creativas chilenas más conocidas en nuestro país. Su reciente Los años de Allende les permitió una primera irrupción en las librerías de la península con una obra que narra lo sucedido durante los mil días del gobierno de la Unidad Popular. Esa obra, celebrada como un magnífico exponente del cómic histórico latinoamericano actual, además de tres ediciones en editoriales castellanoparlantes, contaría con versión italiana, francesa, norteamericana y turca, consolidando a sus autores en el panorama internacional. Ese éxito facilitaría luego el despegue también de Selk’nam, que cuenta ya hoy con edición francesa y coreana y se plantea un reto muy diferente al abordado con Allende: reconstruir desde el presente la memoria de un pueblo cuya forma de vida no sobreviviría al contacto con el imperialismo moderno. A diferencia de Los años de Allende, estos autores se encontraron aquí con el reto narrativo de crear un relato desde una enorme fragmentaridad y parcialidad en las fuentes históricas disponibles para abordar la cultura selk’nam. Dicho reto les forzó sin duda a un esfuerzo narrativo que les lleva a desplegar un notable abanico de recursos tanto gráficos como de arquitectura literaria.
La rosa roja (Kate Evans, Ediciones IPS-Pan y Rosas, 2017): Kate Evans lleva varias décadas trabajando el cómic desde una perspectiva claramente militante, con una fuerte impronta ecologista y feminista muy vinculada a la tradición comunista. Aunque en castellano solo tenemos otra obra suya más disponible (El alimento del amor), Kate Evans ha consolidado un estilo propio con una notable repercusión sobre muchos otros autores de la escena comiquera internacional. Sus obras, siempre profundamente encarnadas, arriesgan gráficamente pero logran un resultado narrativo siempre notable. En La rosa roja la vida y obra de Rosa Luxemburgo se entremezclan directamente en las planchas, introduciendo en numerosas ocasiones fragmentos de la obra de la revolucionaria internacionalista.
La mala gente (Étienne Davodeau, Ponent Mon, 2013): no incurriríamos en demasiados riesgos en caso de afirmar que Davodeau es el autor más consolidado en el terreno del cómic documental francés. De este lado de los Pirineos, si bien su obra ha sido bien traducida (aunque siempre algo tarde), la conexión con las comunidades lectoras y creadoras parece mucho menos fuerte que entre nuestros vecinos. Y sin embargo, no solo este título, sino otros como Rural o Los ignorantes, deberían aparecer entre los grandes referentes del cómic actual de no ficción. Davodeau, como varios de los y las autoras aquí presentados, ha conseguido crear un estilo propio, fácilmente identificable, pero en su caso diría que incluso es un ritmo muy concreto, pausado, reflexivo, sin presión por hallar respuesta a todas las preguntas, lo que se impone. Con La mala gente Davodeau nos narra, siempre a través de entrevistas, las militancias sindicales, teñidas de obrerismo y cristianismo de base, que sus propios padres, y toda una generación, experimentaron entre los años 50 y 80 en la Francia rural.
Pepe Buenaventura Durruti (Carlos Azagra, Encarna Revuelta y Juanarete, GP Ediciones, 2019): Carlos Azagra no solo es uno de los comiqueros más reconocibles de nuestro cómic sino que encarna también una parte importantísima de su historia. Su trabajo constante desde los 80, en las entonces jóvenes, hoy históricas, Makoki o El Víbora, le han proporcionado una conexión notable con los lectores del cómic, y numerosísimos militantes de diferentes corrientes anticapitalistas que han gozado durante décadas de su muy generosa labor como cartelista. Mucho menos conocida es la labor de Encarna Revuelta, responsable de la mayor parte de los colores de Azagra y algún otro autor más. Ambos se unen en este cómic a Juanarete, guionista maño que desarrolla desde hace tiempo un trabajo sistemático sobre grandes referentes del anarquismo ibérico.
La divina comedia de Oscar Wilde (Javier de Isusi, Astiberri, 2019): obra galardonada, con total merecimiento, con el Premio Nacional del Cómic 2020. La consagración, si es que hacía falta, de un comiquero de gran talento, cuyas acuarelas ya habían relatado el zapatismo bajo un notable influjo del icónico Corto Maltés (saga Los viajes de Juan Sin Tierra), abordado las secuelas de conflicto vasco (He visto ballenas) e indagado en la situación de los refugiados (Asylum), cuestión esta última que reaparece bajo la forma del exilio colombiano en su obra más reciente (Transparentes). Autor polifacético y de referencias (gráficas, literarias, musicales) muy diversas, en La divina comedia de Oscar Wilde despliega una estructura narrativa extraordinaria que reconstruye, desde una fuerte pulsión vital, los últimos años de Oscar Wilde, ya en París, después de su encarcelamiento por «grave indecencia» en Gran Bretaña.
Frantz Fanon (Frédéric Ciriez y Romain Lamy, Editorial AKAL, 2021): “¿Quiénes son los condenados de la tierra? Los miserables despojos de un sistema que los ha expoliado. (…) Las colonias son prisiones al aire libre de las que la descolonización nos permitirá salir”. Agosto de 1961. El autor de Los Condenados de la Tierra, viaja a Roma para reunirse con Jean Paul Sastre. Allí también se encuentra con su editor y con Simone de Beauvoir que tomaron apuntes de aquellas conversaciones, reconstruidas y documentadas por Frédéric Ciriez. Durante tres intensos días el revolucionario, pensador y psiquiatra Frantz Fanon (1925-1961), nacido en la colonia francesa de Martinica, que estudió Psiquiatría en Lyon, trabajó en Argelia y militó en el Frente de Liberación Nacional durante la Guerra de Independencia contra Francia, discute e intercambia ideas con el filósofo y activista francés. Una visión anticolonialista, a favor de la independencia y de la liberación de los pueblos, compartida pero interpretada desde las dos orillas del Mediterráneo. El encuentro abre la puerta a un recorrido por la trayectoria profesional y política de uno de los grandes militantes del antiimperialismo. Sartre prologará el libro que se publicará, rodeado de polémica, poco después, con Fanon ya vencido por la leucemia.
Gamonal: en el eco de un mismo recuerdo (Sergio Izquierdo y María de la Fuente, La Oveja Roja, 2021): sin ser esta la opera prima de ninguna de las dos personas que la firman, María de la Fuente y Sergio Izquierdo, sí que representa la primera en alcanzar una difusión de mayor envergadura en librerías. Aun así, su guionista, Sergio Izquierdo, estaba ya bastante involucrado en ese mundillo donde se cruzan cómic y memoria a través de varios programas de innovación pedagógica con los que ha pretendido explotar sus virtudes en las aulas. Y ese bagaje trasluce con fuerza en las páginas de Gamonal, que plantea una estructura muy medida para abordar, desde varios ángulos y con varios niveles de lectura, lo sucedido en el barrio burgalés durante aquellas calientes semanas de 2014. Aun siendo lo que sin demasiado riesgo podemos calificar como primera obra mayor de ambos autores, el resultado sin duda aventura una larga y fructífera carrera para estos autores.
Las aventuras del capitán República y el hombre Garrapata. En busca del chirimbolo real (David Merinero y Jesús Merinero, Ediciones GPS, 2021): En estas aventuras en formato cómic, recuperar un sano sentido republicano desde el humor puede ser una de las mejores terapias que podamos emprender. Alentar los valores de la República para denunciar las incoherencias, las renovadas corrupciones, los insaciables juegos de poder, la codicia desmedida por el dinero, y anunciar otros mundos posibles, más libres, más justos, menos egoístas, más solidarios, mucho más compatibles con la vida en el planeta es el propósito de esta publicación.
Editorial La Oveja Roja