Esta mañana arrancaron los tres días de actividades con los que el PCE conmemora su centenario. Lo han hecho en el Cementerio Civil de Madrid, junto a la lápida de Pasionaria, 32 años después de que el pueblo tomara las calles de la capital para despedir, junto a los comunistas, a esa Dolores que se convirtió en un símbolo para el movimiento comunista internacional y para los movimientos de liberación de todos los pueblos, como recordó el Secretario General del Partido Comunista de España y Secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago. También dijo que si a Dolores se la ha identificado con todas las luchas ha sido “gracias a su esfuerzo virtuoso pero también gracias al esfuerzo de toda la militancia comunista y a que el Partido ha sido la fuerza política que más ha hecho por la democracia y las libertades en este país. (…) ya que nuestra arma es la capacidad de organización y la unidad de la clase trabajadora”.

Los comunistas celebran su centenario con el compromiso de “seguir estando en primera línea de combate hasta que desaparezca el último explotador de la tierra”, hasta acabar con este sistema capitalista que antepone los privilegios de unos pocos a costa de los derechos de la gran mayoría, apuntó Enrique Santiago. Por eso el Partido hace hincapié en enlazar las luchas del pasado con las actuales para alcanzar un futuro mejor, abriendo “con paciencia” las alamedas que lleven a una sociedad comunista. “Seguimos combatiendo a los poderes reales que no se presentan a las alecciones pero que deciden sobre nuestras vidas para seguir garantizando sus privilegios”, añadió el líder comunista .”No estamos aquí para que se nos reconozca sino para defender los derechos de la clase trabajadora, para mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo y empujar la historia hacia delante”. Hoy estas luchas radican en lograr una reforma laboral que garantice el empleo digno y estable, y un sistema de pensiones que asegure jubilaciones dignas, entre otras muchas,

Comenzar el centenario ante la tumba de Dolores, inaugurando oficialmente el monolito de Marcos Ana y depositando flores en las tumbas donde descansan los restos de algunos de los referentes del Partido, era una forma de aunar el reconocimiento a toda la militancia con hacerles participes de los retos y luchas en los que hoy trabaja el PCE. En ese reconocimiento a las y los camaradas que nos precedieron se mencionaron muchos nombres: Grimau, Matilde Landa, José Díaz, Blas de Otero, Dulcinea Bellido, Antonio Gades, Soledad Real, Picasso, las 13 rosas, Genovés, Josefina Semper, Moltalbán, Miguel Hernández, Marcelino Camacho y un largo etcétera, pero, como subrayó Willy Meyer, este es un homenaje a todos los héroes anónimos que lo dieron todo.

El ex diputado de IU y presidente de la Asociación Marcos Ana recordó cómo el poeta que pasó 23 años en las cárceles franquistas, utilizó la prisión como fuente de lucha creando poemas que se convirtieron en un símbolo de la resistencia contra la dictadura. Y puso voz a sus palabras: “Vale la pena luchar. Luchar por los demás es luchar para uno mismo”. Meyer también recordó a otra mujer enterrada en el mismo cementerio, Juanita Rico que, asesinada en julio de 1934, fue la primera víctima de los pistoleros franquistas, “una alerta para que impidamos que los hombres de negro y los camisas pardas vuelvan a pasear por las calles de Madrid y de Europa”

Anabel Segado, secretaria de organización del PCE, agradeció la presencia en el acto representaciones de Venezuela, Chile, Cuba, Bolivia, Nicaragua, el Frente Polisario, CCOO y UGT. Los dedos de Angeles Lobato hilaron en el chelo las notas que abrieron y cerraron el acto, culminando con la internacional.