Argimiro Pérez. No he regresado a España desde 1973. Jamás pensé irme de mi país. Pero me fui. Las causas, como las de muchos, fueron económicas. Comienza una manera de ser que se inicia al llegar a Alemania y en la mayoría de los casos dura toda la vida. Los años corren, pasa el tiempo y los hermanos hacen su vida. Observo como a través de una ventana lo que sucede en España con los míos, participando en lo que puedo, apoyando desde lejos. Cuando nos hermanamos con otros inmigrantes nos damos cuenta de que las circunstancias se repiten. Abrimos los corazones y sus costumbres enriquecen las nuestras, nos tranquiliza darnos cuenta de que parecidas historias vienen también de otras partes y nos juntamos en el mosaico que juntos formamos los inmigrantes.

En mi serial escribo sobre la vida del inmigrante. Historias de españoles en Alemania. ¿Están contentos o tristes? ¿Vinieron empujados por su situación o por una decisión personal? ¿Se puede empezar de nuevo? ¿Qué es lo que les falta de lo que dejaron?

Con Migrantes en Alemania, cortometrajes basados en entrevistas de mi serial, cuento que hay algo universal en la curiosidad del viaje hacia lo nuevo, algo común en cualquier ser humano.

Historias que confluyen en una hermandad construida a base de distancia y añoranzas en el descubrimiento de lo mucho que compartimos más allá de las diferencias.

Cada personaje recupera algo de su tierra natal para tomar distancia o volver sobre aquello de lo que se alejó. Una forma ritual de exorcizar las angustias. Es un moverte sin acomodarte. Siempre hay transformaciones. Somos una comunidad española en Alemania.

/ Wuppertal (Alemania)