La televisión es muy comunicativa, cuando la enciendo me voy a otro cuarto y me pongo a leer
Groucho Marx

De vez en cuando, como para aliviar las penas comunes, las miserias que a veces nos ahogan, llega una noticia importante. Ahora nos ha caído como si fuera del cielo que, con esto de los encerramientos de ciento de miles de personas, el placer de leer ha aumentado un 15%. Escribo que es buena noticia porque un pueblo que no lee nunca podrá ser próspero y rico y un poco menos alborotador y escandaloso.

Escribo que es buena noticia para la sociedad en su conjunto pero, ¡cuidado!, no todos reciben con alegría el aumento de la lectura. Me refiero a esa panda de políticos ultraconservadores y horteras, apoyados por los voceros del pesebre de la palabra escrita falsificada. Temblarán en corro comentando que un pueblo que lee piensa y critica con juicio y libertad.

España rebosa de escuderos alienados que no leen y son masa manipulada por el conservadurismo a ultranza como es el caso de Casado y Ayuso que nos revientan los oídos con su demagogia gritona como arma arrojadiza en el sueño de alcanzar la jefatura del gobierno.

Conocida es la frase de que ‘el perro es el mejor amigo del hombre’ pero me permito asegurar que la mejor compañía para espantar a la soledad y a la vez mejorar nuestra formación es tener un libro abierto entre las manos en la tranquilidad de los atardeceres. La buena lectura es un mundo mágico que nunca traiciona en esta inhóspita sociedad.

Escritor y crítico literario