En las últimas horas, la Unión Europea ha adoptado no solo sanciones, sino también medidas de asistencia militar a Ucrania. Por primera vez en su historia, la UE financiará la compra y entrega de armas letales y equipos de defensa a una parte en conflicto militar .
Se ha caído el tabú de no proporcionar armas en una guerra. La UE también ha puesto a disposición de Ucrania el Centro de Satélites, en Madrid, para prestar servicio de inteligencia y es la primera vez que limita la libertad de prensa y de información.
A su vez, en siete días, la peligrosa dinámica de acción/reacción se ha exacerbado. Rusia ha advertido que quienes suministren armas letales a Ucrania serán declarados responsables en caso de que se utilicen durante la guerra. Es urgente desactivar el conflicto para prevenir que se extienda en Europa.
Tras una primera reunión de negociación para detener la guerra, hubo avances aunque sin alto el fuego. Las partes convinieron en volver a encontrase en los próximos días, sin especificar fecha.
Mientras, tropas rusas siguen avanzando hacia Kiev, donde el ejército ucraniano y milicias civiles anuncian que combatirán para evitar la toma de la ciudad
La prolongación del conflicto militar tiene consecuencias económicas también catastróficas para toda Europa: incremento del precio de la energía, inflación, escasez de materiales. Este es el peor escenario posible para le recuperación mundial post COVID.
En 2015, la ONU, representación de la comunidad internacional, proclamó entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible su compromiso de promover sociedades pacíficas e inclusivas. El derecho humano a la paz es derecho síntesis sin el cual es imposible garantizar los derechos humanos.
Es imprescindible acabar con el conflicto y alcanzar una solución diplomática que haga callar las armas. Europa necesita una seguridad continental integrada, como se aprobó en 1990 en la llamada Carta de París de la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE).
La Carta contenía el diseño de una Seguridad Continental Integrada, declarando en su preámbulo que “la
era de la confrontación y división de Europa ha concluido” y afirmando que “la seguridad es indivisible. La seguridad de cada Estado está inseparablemente vinculada con la de los demás”.
Solo un año mas tarde, en la cumbre de la OTAN celebrada en Roma, se decidía todo lo contrario: reafirmar su validez y apostar por su ampliación y globalización dando lugar a los procesos de ampliación a las antiguas repúblicas socialistas rodeando así a la actual Federación Rusa. La OTAN estrangulaba la Carta de París.
El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, acaba de hacer una llamada a las partes para que acepten la mediación de Naciones Unidas para alcanzar un alto el fuego. En estos momentos la única buena noticia es que las partes mantienen abierto un canal de comunicación, por lo que es importante incrementar los esfuerzos diplomáticos en busca de la paz y para garantizar que en una futura negociación se aborde el marco futuro de la seguridad en Europa.
Ojalá que la ONU, a través de su Secretario General, con la colaboración de la OSCE, sean capaces de facilitar la reanudación urgente de las conversaciones iniciadas entre Ucrania y Rusia. Para alcanzar un urgente alto el fuegoy abordar causas y consecuencias del conflicto, estableciendo un marco de seguridad compartida en la región y con una desmilitarización que permita que Europa sustituya la confrontación por la cooperación, la paz y el desarrollo compartido.
(1) En las últimas horas, la UE ha adoptado no solo sanciones, sino también medidas de asistencia militar a Ucrania. Por primera vez en su historia, la UE financiará la compra y entrega de armas letales y equipos de defensa a una parte en conflicto militarhttps://t.co/dAloRdN1AY
— Enrique Santiago (@EnriqueSantiago) March 1, 2022
(*) Enrique Santiago es Secretario General del PCE y Secretario de Estado para la Agenda 2030
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