“Cambiar requiere conciencia y solidaridad, mas cambiar también requiere cambiar” Holly Lewis

Hace casi un año y en estas mismas páginas escribía sobre la posibilidad inminente de que el Anteproyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI comenzase su tramo final en las Cortes Generales, pero hoy seguimos reclamándola.

Mucho se ha hablado durante este año de los órganos judiciales, de sus estructuras impermeables a la sociedad, de sus lógicas de poder, de su falta de independencia, incluso a veces de su corrupción. Se saben tan poderosos que creen que pueden frenar la vida, que mientras unas construimos derechos e igualdad y saldamos deudas con quienes son más vulnerables ellos pueden decidir cuándo y cómo avanzamos.

Hace más de tres meses que el Consejo General del Poder Judicial terminó su tiempo para emitir informe del Anteproyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, sin razones ni justificaciones la mantienen en suspenso y nos obligan a un nuevo objetivo: exigir que en su próximo pleno del mes de abril la ley siga su curso. O con el odio a nuestra existencia o con los derechos humanos, no tienen más elección.

Hemos aprendido a cuidarnos más y mejor, también la política crece y construye mejor cuando lo hacemos desde la empatía. Son esos espacios diversos, ese pulso conjunto, esa voz unánime la que debe de nuevo alzar la voz para pedir el desbloqueo de la Ley en los órganos judiciales.

Durante este largo camino de reconocimiento de la propia existencia, de lucha por la visibilidad, de construcción de espacios y caminos colectivos, sociales y políticos, hemos aprendido mucho de las personas trans y de todas aquellas personas que nos reconocemos bajo el paraguas LGTBIQA+. Y será eso, todo lo aprendido y construido, lo que nos ayudará al fin a lograr ese objetivo.

Muchas veces hemos repetido que esta ley salda una deuda histórica con las personas trans y ensancha nuestra democracia con el reconocimiento de derechos negados hasta ahora a las personas LGTBIQA+. Supimos hacer pedagogía para convencer, consensuar para avanzar y son las personas trans quienes con firmeza se han situado en el centro de todo aquello importante para la vida.

¿Es posible una vida plena sin derechos? ¿es posible vivir sin derecho a ser? No se puede, es la única respuesta. No se puede ser sin que tu identidad se reconozca, sin igualdad de derecho para acceder a la salud, la educación, el empleo… no se construyen sujetos sociales y políticos de pleno derecho sin la posibilidad de acceso a las condiciones materiales necesarias para una vida digna.

Por eso es importante nuestro compromiso: apoyar y participar una base social que acompaña la defensa férrea de las vidas y derechos de las personas trans, empujar con los acuerdos de un Gobierno de coalición progresista que se comprometió a cumplir con la aprobación de una Ley Trans y una Ley Integral LGTBIQA+ en esta legislatura y hay una mayoría de investidura que lo apoya.

Ganar una nueva generación de derechos para todas, todos y todes y blindar la vida libre y digna frente a la amenaza reaccionaria implica trabajar en esa mayoría que escucha y recoge las demandas de quien no puede esperar más, no se negocian los derechos, se garantizan.

No dejar a nadie atrás es un principio de igualdad que abandona la tutela y la desigualdad y hoy es un día para comprometerse a que ese principio sea real, sin derechos para las personas menores trans, las personas no binarias, las personas migrantes mantendremos una deuda, nuestra tarea es que nadie continúe vulnerable, invisible y en los márgenes de la sociedad.

Toca empujar, como sabemos, como siempre, por un país y una democracia donde cabemos todas, todos, todes. Por eso en este Día Internacional de la Visibilidad Trans nos celebramos como una sociedad diversa. Para ser y caminar en igualdad, Ley Trans hasta vencer.

Portavoz Federal ALEAS-IU, Red de Políticas LGTBIQA+ de Izquierda Unida