“En la hora de los mameyes” es un dicho tradicional cubano que se refiere al combate y al enfrentamiento ciudadano contra una ocupación por la fuerza que data de la época de la toma de La Habana por los ingleses en agosto de 1762 y que se origina por la hora en que salían a las calles sus tropas, cuyas casacas eran de un color semejante a la de la fruta del mamey con un rojo intenso.
Cuenta la historia que en esa época los habaneros de entonces le expresaban sus repudios a aquella ocupación extranjera establecida por medio de la fuerza. La hora de los mameyes, traducida a lo cubano, quiere decir en mi opinión el momento culminante en el que hay que enfrentarse a lo malo sin dejarse vencer. Considero que es una expresión que bien viene al caso en las actuales circunstancias críticas que atraviesa el país.
Las causas son múltiples: el bloqueo criminal de Estados Unidos, intensificado al máximo por las administraciones de Trump y Biden, e incluso nuestros propios errores e insuficiencias.
En estas aciagas circunstancias quiero expresar mi repudio contra los que oportunista y traidoramente apoyan el bloqueo, así como contra los burócratas quintacolumnistas que actúan también con la finalidad, en última instancia, de que el pueblo se rebele contra sus muchas penurias achacadas todas a los dirigentes cubanos, sin tener en cuenta el origen principal que se refiere a las múltiples carencias inducidas por el bloqueo.
Hay quienes están saliendo a las calles a protestar y expresar sus desalientos. Tienen derecho a hacerlo en paz pero lo esencial es que lo hacen mientras que otros luchan y trabajan para salir de la crisis provocada por el reciente ciclón.
Lo decisivo en mi opinión es plantarse contra los verdaderos culpables, sin dejarse llevar por las campañas de los enemigos que lo aprovechan todo para tratar de destruirnos.
Lo decisivo es la resistencia, la lucha sin descanso y la unidad de todos los cubanos para restablecer una economía que nos permita resistir frente al bloqueo y corregir nuestros propios errores, lo contrario sería una traición cuando lo decisivo es vencer o morir.
Lo decisivo es la unidad y tomar en cuenta los criterios, consideraciones y propuestas de quienes queremos que Cuba se recupere y se desarrolle para salir adelante.
(*) Fundador del Partido Comunista de Cuba. Dirigió el periódico Juventud Rebelde y la revista El caimán barbudo.