De acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud de Palestina, Cisjordania vive su año más mortífero desde 2006, con 160 palestinos asesinados en Cisjordania y 52 en la Franja de Gaza, donde este fin de semana se produjeron nuevos bombardeos de las fuerzas de ocupación israelíes.
Este lunes, el ejército israelí asesinó a un joven palestino e hirió a otros seis al irrumpir en el campo de refugiados de Dheisha, al sur de Belén, con lo que ya suman 160 palestinos muertos en Cisjordania ocupada en lo que va de año.
Los soldados abrieron fuego contra los jóvenes locales, matando con una bala en el pecho a Omar Manna Fararja, de 22 años, e hiriendo de bala a otros seis, luego de saquear varias casas. En el mismo ataque, las fuerzas de ocupación israelíes se llevaron detenidos a cuatro jóvenes, incluido el hermano de Omar, el joven asesinado al que hace pocos días grababan en su puesto de trabajo:
De acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud de Palestina, Cisjordania vive su año más mortífero desde 2006, con 160 palestinos asesinados en Cisjordania y 52 en la Franja de Gaza, donde el pasado fin de semana se produjeron nuevos bombardeos de las fuerzas de ocupación israelíes.
«El Ejército de la ocupación asaltó el campamento y allanó varias casas, como resultado de lo cual estallaron enfrentamientos en los que los soldados dispararon balas reales, gas y bombas de sonido, provocando la muerte del joven», indicó WAFA.
La gobernación de Belén declaró este lunes una huelga general para asistir al funeral del joven Mana, mientras que el primer ministro palestino, Mohamed Stayeh, acusó a Israel de seguir cometiendo crímenes contra el pueblo palestino «aprovechando la impunidad que le brinda el desequilibrio de estándares en el derecho internacional y la ausencia de disuasión».
El Ejército israelí llevó a cabo en la madrugada redadas en varios puntos, en las que detuvo en Yenín a Yahya Saadi, hijo de Basem Saadi, el líder de la Yihad Islámica Palesina (YIP) en Cisjordania, cuyo arresto en verano provocó la escalada de tres días en Gaza en la que murieron 50 palestinos.
Las autoridades israelíes dicen haber detenido a unos 3.000 palestinos «sospechosos de terrorismo» en lo que va de año. Muchos son menores de edad, como Mahdi Saeed Al-Khawaja, de 16 años, a quien los soldados se llevaron después de asaltar su casa en la aldea de Ni’lin, a pesar de haber sufrido una grave operación hace dos días. Un vídeo muestra al adolescente tendido en el suelo y cómo los soldados se lo llevan en volandas. Esos son los “sospechosos de terrorismo” para Israel.
Trabajadores palestinos asfixiados en Yenín
En la noche del domingo, decenas de trabajadores de la construcción palestinos resultaron asfixiados luego de que el ejército israelí disparara ráfagas de aturdimiento y gases lacrimógenos en las aldeas de A’nin y At-Tayba, al oeste de Yenín.
Israel restringe severamente la libertad de movimiento de los palestinos dentro de Cisjordania ocupada a través de una combinación compleja de aproximadamente 500 puntos de control fijos, cientos de puntos de control móviles, carreteras exclusivas para colonos, más de 200 bases militares y varias otras obstrucciones físicas, como el muro del apartheid.
Arrasan aldea Al-Araqeeb
La aldea beduina palestina de Al-Araqeeb fue arrasada por autoridades israelíes por 210ª vez consecutiva, desplazando a sus residentes beduinos, incluidos niños, quienes quedaron sin hogar nuevamente y propensos a las duras condiciones climáticas del desierto.
Ubicada en el desierto de Naqab, Al-Araqeeb es una de las 51 aldeas árabes palestinas «no reconocidas» en el área y es constantemente objeto de demolición antes de los planes para judaizar Naqab mediante la construcción de viviendas para los colonos judíos.
Los beduinos en el Naqab deben cumplir con las mismas leyes que los ciudadanos judíos israelíes. Pagan impuestos, pero no gozan de los mismos derechos y servicios que los judíos en Israel y el Estado se ha negado repetidamente a conectar las ciudades a la red nacional, al suministro de agua y a otros servicios vitales.
