Dos meses antes de la reunión de la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, concretamente en el mes de abril de 2022, tenía lugar en la ciudad de Boao, en la provincia de Hainan, en el sur de China, la Conferencia Anual para Asia (BFA) donde el presidente Xi Jinping, en el acto inaugural, propuso una Iniciativa de Seguridad Global para promover la seguridad para todo el mundo.[1]

La Conferencia pretendía dar respuesta desde Asia a las siguientes preguntas: ¿Cómo podemos construir un mejor mundo postpandemia? ¿Qué podemos hacer para impulsar la recuperación constante y el desarrollo sostenible de la economía mundial? ¿Y cómo podemos buscar una cooperación beneficiosa para todos? 

China nunca ha iniciado una guerra ni ha invadido un país, mientras la OTAN apuesta por intervenir en cualquier lugar del mundo, incluso con armamento nuclear, cuando vea afectados sus múltiples intereses

Xi Jinping afirmó que la seguridad es una condición previa para el desarrollo y pedía a todos los países que se unieran en la cooperación en la lucha contra la pandemia del COVID-19, en la promoción de la recuperación económica, el mantenimiento de la paz mundial y el tratamiento de los desafíos de la gobernanza global.

La iniciativa se sustenta sobre seis puntos que hacen referencia, entre otras cuestiones, la visión de una seguridad común en la que las naciones trabajen juntas para defender la paz; el apoyo al diálogo y las soluciones pacíficas ante conflictos; el rechazo al unilateralismo y al enfrentamiento entre bloques o el respeto a la soberanía de los países y la no injerencia de terceros en asuntos domésticos. 

Se trataba, según XI Jinping, de hacer de Asia un ancla para la paz mundial, una potencia para el crecimiento global y un nuevo referente para la cooperación internacional. 

La OTAN desafía a China

A unos 10.445 kilómetro de Hainan, se reunía en Madrid, dos meses después de la Conferencia de Bao, la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la OTAN para aprobar un Nuevo Concepto Estratégico que se desarrollaría en sentido totalmente contrario a las conclusiones de la Conferencia Anual para Asia:

– Una estrategia 360º que permite intervenir militarmente a la OTAN en cualquier parte del mundo sin autorización expresa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El anfitrión, el presidente de gobierno de España Pedro Sánchez, se refirió a la necesidad de poner atención en el flanco sur, es decir hacia el continente africano.

– La Federación Rusa es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los aliados y para la paz y la estabilidad en la zona euroatlántica. 

– A la República Popular China se la señala como un desafío para los intereses, la seguridad y los valores de la OTAN. “Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de China y su retórica de confrontación y desinformación se dirigen a los aliados y perjudican la seguridad de la Alianza”, se lee en el documento. 

– En el nuevo concepto estratégico, la OTAN acusa a China de querer controlar sectores tecnológicos e industriales, “utilizar su influencia económica para crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia”. 

– Necesidad de responder a los desafíos sistémicos que plantea la República Popular China en su alianza estratégica con Rusia.

– Ampliar la Alianza con la incorporación de Suecia y Finlandia.

– Aumentar, como mínimo hasta un 2% del PIB en gastos de defensa de los países miembros.

La Alianza mantiene intacto lo aprobado desde el Concepto Estratégico suscrito en Washington en 1990, es decir, la posibilidad de intervenir sin la autorización expresa del Consejo de Seguridad de NNUU, en operaciones frente al terrorismo, crimen organizado, migraciones masivas descontroladas o ante el riesgo de poner en peligro materias primas fundamentales para la producción mundial.

EEUU acusa a China de querer debilitar a la OTAN, China responde pidiéndoles que sustituyan la política de confrontación de bloques por la de la estabilidad mundial

Igualmente, mantienen la conveniencia de hacer uso de su arsenal nuclear en caso de que las crisis potenciales no se puedan superar mediante el uso de armas convencionales. Estados Unidos, Reino Unido y Francia suman 6.685 ojivas nucleares. (Anuario del SIPRI 2021)[2]

Reforzar la militarización de Europa

El presidente Biden comprometió, además “medidas adicionales para fortalecer la capacidad de disuasión y la defensa de la OTAN y la seguridad europea”[3]:

  • Establecimiento de un Puesto de Mando de Avanzada permanente del Cuartel General de V Cuerpo[4] en Polonia, que contribuirá a mejorar la interoperabilidad entre EE.UU. y la OTAN en todo el flanco oriental.
  • Compromiso de mantener un Equipo de Brigada de Combate rotativo adicional en Europa, que Estados Unidos posicionará en Rumanía, con la posibilidad de movilizar elementos subordinados al flanco oriental con fines de entrenamiento y ejercicios.
  • Mayores despliegues rotativos en la región del Báltico, incluidas fuerzas blindadas, de aviación, de defensa aérea y operaciones especiales, que incrementarán la interoperabilidad y una capacitación más intensa con estos Aliados, “y potenciarán nuestra capacidad de reforzar y brindar con rapidez defensas con credibilidad de combate”. Mantener una presencia persistente y cercana en la región e intensificar los entrenamientos con los Aliados del Báltico.
  • Se convino trabajar con España para aumentar de cuatro a seis el número de destructores estadounidenses posicionados en Rota.
  • Dos escuadrones de aviones F-35 en el Reino Unido.
  • Posicionamiento de defensa aérea adicional y otros facilitadores en Alemania e Italia

Dos visiones contrapuestas, la de la República Popular China y la de la OTAN. Una, a favor de consolidar una seguridad común conforme a la Carta de las Naciones Unidas, el acta final de Helsinki o la carta de París de 1990 y la otra, en la defensa de una seguridad no compartida en el irrespeto al derecho internacional, militarizada y dispuesta a intervenir en cualquier parte del mundo.

El portavoz de China ante la UE salió al paso tras la aprobación del nuevo Concepto Estratégico de la OTAN: «¿Quién está desafiando la seguridad global y socavando la paz mundial? ¿Hay alguna guerra o conflicto en estos años en los quela OTAN no haya estado involucrada?», «China nunca ha iniciado una guerra ni invadido otros países». «No interferimos en los asuntos internos de otros ni exportamos ideología ni imponemossanciones unilaterales». Para el portavoz, China sigue una política exterior «independiente, de paz» y es «un contribuyente al desarrollo global y un defensor del orden internacional”[5].

Para China la seguridad es una condición previa para el desarrollo y pide que las naciones trabajen juntas para defender la paz, el diálogo y la seguridad común

La portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Mao Ning[6], instó en diciembre de 2022 a EE.UU. a dejar de usar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte para mantener su hegemonía y debilitar la paz. Durante una rueda de prensa, Ning exhortó a la Casa Blanca, además, a abandonar la prédica de la confrontación, la práctica de crear enemigos imaginarios, y dejar de lanzar acusaciones y calumnias contra Beijing. La portavoz enjuició comentarios vertidos por la embajadora estadounidense ante la OTAN, Julianne Smith, quien expresó que Moscú y Beijing han puesto en marcha estrategias para debilitar a la alianza militar. Ning recordó que China “siempre se ha comprometido a mantener la paz, la estabilidad y la prosperidad en todo el mundo”. Reiteró que EE.UU. necesita abandonar la mentalidad de Guerra Fría y la política de confrontación de bloques, con lo cual haría más para facilitar la paz y la estabilidad mundial.

Pero la mentalidad de la guerra fría sigue guiando a la administración norteamericana y a la OTAN.

En diciembre de 2022 se presentaba el B-21, un bombardero indetectable construido en secreto por la empresa Northrop Grumman[7], de largo alcance y gran capacidad de autonomía, capaz de lanzar una combinación de municiones convencionales y nucleares. El avión, a juicio de la administración norteamericana “desempeñará un papel importante en el apoyo a los objetivos de seguridad nacional y la garantía de los aliados y socios de EEUU en el mundo”. En palabras del secretario de Defensa del país, Lloyd J. Austin, su planteamiento está claro: “Es disuasión al estilo estadounidense[8].

El bombardero es parte de los esfuerzos del Pentágono para modernizar las tres ramas de su tríada nuclear. Esta última incluye misiles balísticos nucleares lanzados desde silos y ojivas impulsadas desde submarinos. El objetivo de EEUU es dotarse de al menos una flota de un centenar de aviones con un coste unitario que rondará, de media, los 692 millones de dólares.

La lógica de la guerra, militarización, nuclearización, irrespeto al derecho internacional y unilateralismo prevalece en la OTAN convirtiéndose en un verdadero obstáculo para la paz mundial.

Notas:

[1] https://news.cgtn.com

[2] https://www.sipri.org

[3] https://es.usembassy.gov

[4] https://www.army.mil

[5] https://www.elconfidencial.com

[6] https://www.fmprc.gov.cn

[7] https://www.northropgrumman.com

[8] https://www.defense.gov

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