Un terremoto de efectos funestos se suma ahora a las secuelas de doce años de guerra y sus consecuencias, teniendo en cuenta que Siria afronta una situación económica de una gran precariedad debido a un inclemente bloqueo decretado por EEUU y secundado sin discusión por la Unión Europea, lo que ya implicaba enormes dificultades para la reconstrucción del país.
El terremoto ha afectado la zona sur de Turquía y a 4 de las 14 gobernaciones, que están localizadas al norte y oeste de Siria: Alepo, Idlib, Hama y Latakia. Alepo ha sido la zona más afectada en el caso de Siria.
Los medios occidentales, una vez más, aprovechan el terremoto para seguir desinformando sobre Siria. Si bien es cierto que el epicentro del terremoto se encuentra en Turquía, en zonas muy pobladas, y en consecuencia allí ha sido enormemente destructivo y con un mayor número de víctimas (por cada 4 víctimas en Turquía, 2 en Siria), en el caso de Siria, este desastre agrava una situación ya de por sí deteriorada y en emergencia debido a las circunstancias más arriba mencionadas y, en la actualidad especialmente debido al implacable y despiadado bloqueo aplicado por EEUU y la UE.
En este momento, la situación es como sigue:
- En las zonas que controla el Gobierno de Siria, que es el 90% del territorio, se registran unos mil muertos de acuerdo al conteo de las autoridades y datos de la Media Luna Roja/Cruz Roja Internacional, y de las agencias de la ONU que trabajan permanentemente en Siria.
- En el norte de la provincia de Idlib, que está parcialmente en manos de la organización terrorista Al Qaeda, no hay datos oficiales. La ayuda ahí depende de Turquía.
- Desde el primer momento, el gobierno sirio tomó la iniciativa y destinó los recursos a su alcance para afrontar la situación.
- En algunas zonas, como la provincia de Hama o la ciudad de Jableh, en la costa siria, ya se han terminado las tareas de rescate y se ha iniciado el desescombro.
- En toda Siria se han organizado iniciativas solidarias para ir en ayuda de las víctimas. En Damasco, por ejemplo, hay centros donde la población puede donar víveres, mantas y otras cosas de primera necesidad.
- En Damasco y otras zonas del país, donde el terremoto se sintió pero no causó ningún daño, la población ofrece albergue a sus compatriotas del norte, tal como ocurrió en los peores años de la guerra.
- Las clases se han suspendido durante diez días para priorizar la ayuda a las víctimas.
- También hay que tener presente que la situación meteorológica de esta época del año dificulta las cosas. Llueve, en algunas zonas nieva y hay temperaturas por debajo de 0º.
- Los primeros dos días hubo gente en la provincia de Homs y otras que sintieron el terremoto y aunque no resultaron afectadas durmieron en sus vehículos por temor a las réplicas. Ahora han vuelto a sus casas.
- A pesar de lo que se difunde a través de la mayoría de medios de comunicación occidentales sobre la falta de información o comunicación en el caso de Siria, lo cierto es que todos los aeropuertos de Siria están operativos y a través de ellos ha llegado ya ayuda humanitaria de países solidarios como Argelia, Túnez, Iraq, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irán, Libia, Armenia, Rusia, Malasia, Cuba, Venezuela. Otros países como Argentina, Brasil, Nicaragua o China han comprometido también su ayuda. Los medios de comunicación sirios transmiten ininterrumpidamente información sobre la situación e instrucciones sobre qué hacer en caso de réplica.
- Los sirios de toda condición se movilizan para ayudar a sus compatriotas a pesar de las difíciles condiciones que viven en el día a día. En Siria hay una situación económica muy dura, con alta inflación y sueldos muy bajos, entre otras cosa debido a las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos y la Unión Europea que impiden cualquier transacción bancaria desde y hacia Siria. Por eso mucha gente que desde el extranjero quiere ayudar no puede hacerlo.
Para facilitar esa cooperación diversas organizaciones, entre las que se incluyen el PCE e IU, han iniciado una campaña de recogida de fondos que destinarán a la compra de medicamentos u otros productos de primera necesidad que se soliciten.
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