Seguro que alguna vez has escuchado: «No odias los lunes, odias el capitalismo», «Menos orfidal y más sindicatos», son consignas que tienen un gran transfondo. La sociedad capitalista machaca a la clase trabajadora hasta el punto de deshumanizar la vida de las personas que lo producen todo. Millones de trabajadores y trabajadoras sufren la explotación, el paro, el no llegar a fin de mes o la alienación.

El sistema capitalista busca constantemente producir para engrasar su cadena aunque eso sea a costa de destrozar la vida de la clase trabajadora, la cual se ve obligada a buscar soluciones que permitan mantener el ritmo de trabajo que les imponen. Entre esas valvulas de escape, desde hace unos años, destaca el consumo de medicamentos y según los últimos datos conocidos el tema es bastante preocupante.

En concreto, España es el país del mundo con mayor consumo de benzodiacepinas, un fármaco que suele recetarse para dormir mejor por su efecto ansiolítico, hipnótico y relajante muscular, con 110 dosis diarias en 2020 por millar de habitantes, una cifra 2.750 veces superior a la de Alemania con 0,04 dosis diarias.

De hecho, al consumo de benzodiacepinas de España solo se acercan Bélgica, con 85 dosis diarias por millar de habitantes, y Portugal, con 80, según datos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes difundidos este martes por la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) en unas jornadas celebradas en Gran Canaria.

En un comunicado, la SEPD resalta que la encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES) del Ministerio de Sanidad muestra que el 9,7% de la población española había consumido hipnosedantes con o sin receta en los últimos 30 días, mientras que el 7,2% de la población reconoce consumir a diario estos fármacos. En definitiva, el capitalismo no funciona, la vida es otra cosa.