Jon Hernández, secretario general del Partido Comunista de Euskadi – Euskadiko Partidu Komunista (PCE-EPK), ha denunciado que las empresas están subiendo los precios por encima del aumento de los costes de producción, lo que significa que están ganando más a costa de la clase trabajadora, cuyo poder adquisitivo se está reduciendo ante el impacto del aumento de los precios.

“Hasta el propio Banco Central Europeo lo está reconociendo», recuerda el líder de la Organización vasco-navarra del Partido Comunista, que además anima a dar la batalla. «Por lo tanto es hora de pelear el reparto de esos beneficios y aumentar los salarios de manera generalizada”.

El Partido Comunista reclama de esta forma el reparto de los excedentes y los beneficios empresariales a través de los salarios de las y los trabajadores para una distribución más justa de la riqueza, y ha instado en este sentido a la Confederación Empresarial Vasca (Confebask), a abrirse a negociar con los sindicatos una subida generalizada de los salarios en nuestro país acorde al IPC, así como las llamadas cláusulas de revisión salarial.

Igualmente desde el PCE-EPK se ha criticado la postura de CONFEBASK respecto al reciente acuerdo para la reforma de las pensiones. Para Hernández “demuestra una vez más que la patronal vasca es una institución reaccionaria contraria a los intereses de las personas trabajadoras. No les importa que tengamos unas pensiones dignas tras años de explotación laboral, solo les importa aportar lo menos posible y facilitar la expansión de los fondos de pensiones privados. Por eso se oponen al acuerdo de pensiones”.

Por todo lo anterior, el PCE-EPK llama a la clase trabajadora a librar la lucha por una subida de salarios generalizada que mejore las condiciones de vida ante lo que consideran «el insultante aumento de beneficios capitalistas a la par que el aumento del coste de la vida para la mayora trabajadora de este país».

Además, para los y las comunistas de Euskadi es necesario combatir a una patronal que sigue manteniendo una fuerte oposición a las subidas salariales en multitud de sectores económicos, que no suscribió el acuerdo de subida del SMI que colocó por primera vez en nuestro país el salario mínimo en el 60% del salario medio, y que ataca las medidas impositivas a los grandes beneficios, cuando la banca obtuvo un beneficio récord de 20.850 millones en 2022 que se suma a los más de 93.000 millones de euros de beneficios de las empresas del Ibex 35. Una patronal que sin embargo no tiene ni el más mínimo decoro a la hora de elevar de manera desproporcionada los ya de por si elevados sueldos de sus directivos, como el 8,5% de subida para el presidente de CEOE que ha pasado a cobrar 400.000 euros anuales mientras combate las subidas salariales para las y los trabajadores.