Fue un moción de censura sin sorpresa. Los papeles estaban repartidos y cada uno los interpretó como mejor supo o pudo. Ramón Tamames, que iba de príncipe en el cuento de Vox, acabó de bufón, respetado sólo por la edad y por una trayectoria profesional que pertenece al siglo XX, pero no por su comportamiento rayando lo infantil en ocasiones, ni por su actitud irrespetuosa en algunos momentos. Por si acaso, fue pródigo a la hora de exhibir su curriculum, y sus avatares personales, lustrando su ego, porque lo que es programa no llevaba. Citas sí. A diestro y siniestro. Si Machado levantara la cabeza… También llevaba un largo listado de críticas al gobierno trazadas con brocha gorda. Críticas sin propuestas. Periodistas, comentaristas, tertulianos y usuarios de las redes tacharon la performance de esperpento, circo, ridículo, falta de respeto a las instituciones….
“Si algo deja claro la #MociónDeCensura es que el Gobierno de coalición progresista es la única opción de futuro en nuestro país” dijeron Yolanda Díaz y Pedro Sánchez. Sí, ha habido un claro vencedor y es el gobierno. Todos coinciden. Les han puesto en bandeja una ocasión de oro para mostrar un balance de los logros alcanzados esta legislatura y han ganado por goleada de la mano de Pedro Sánchez y de una brillante Yolanda Díaz coordinados en un despliegue detallado de todo el trabajo realizado por el gobierno durante estos tres años: avances económicos, sociales y en derechos, sobre todo laborales. También hablaron del escudo social desplegado para proteger a los más vulnerables y de petición de responsabilidad a las grandes empresas con una política fiscal progresiva. Se mostraron como un gobierno de coalición progresista que ha gobernado para las mayorías de este país y que seguirá haciéndolo. Mostraron los resultados conseguidos y la línea de trabajo a continuar.
También exhibieron algo que irritó especialmente a la derecha: la unidad del gobierno de coalición. Yolanda Díaz puso en valor el trabajo desempeñado por todas las ministras y ministros del gobierno. No sólo eso. Recordó que la democracia y la Constitución “fueron fruto de la lucha de las trabajadoras y trabajadores, del movimiento vecinal y estudiantil y de cientos de miles de mujeres”. Y también reconoció el papel del Partido Comunista y de su militancia para recuperar los derechos y libertades que hoy disfrutamos:«Fue gracias a la labor del PCE, entre otros, por lo que España disfruta ahora de una democracia».
Los artífices de la democracia fueron las y los trabajadores que se enfrentaron a la dictadura
José Luis Bueno intervino en nombre de Izquierda Unida, dejando claro que esta moción sólo ha servido para que “los españoles y las españolas descubran hoy que nuestra extrema derecha patria ni tiene proyecto de país ni sabe hacer otra cosa más que el ridículo”. Pero sí advirtió de “la amenaza a la convivencia pacífica y a la cohesión social” que representa Vox. “No debemos subestimar el peligro que supone que en esta cámara haya 52 extremistas, por mucha risa que den sus mociones de censura y sus discursos. Vox tiene aquí una tribuna de lujo para inocular en la sociedad española el virus del odio, al tiempo que utiliza esta tribuna para pervertir nuestro sistema democrático. Eso es un gran peligro con el que no tenemos que frivolizar”.
Bueno Pinto aprovechó la ocasión para hacer un reconocimiento desde la tribuna a quienes fueron los verdaderos artífices de la democracia: “la democracia no la trajeron esos señores que tienen salas con su nombre en este Congreso, la trajeron los miles de trabajadores y trabajadoras que se jugaron el pellejo peleando contra lo más duro de la represión franquista y con el mismo aparato de represión con otro nombre durante la transición”.
Tamames y el 23 F
El diputado de IU acabó sus palabras preguntando al candidato de la ultraderecha sobre el golpe del 23F, como testigo directo que fue de todo lo que sucedió: “señor Tamames, en nombre de muchos camaradas que estaban aquí sentados cuando usted era diputado del partido al que yo represento y puesto que veo que tiene pocas ganas de replicar a los demás, le voy a hacer una pregunta: ¿puede usted intervenir y contarnos qué es lo que sabe sobre el 23F? ¿Puede utilizar esta moción de censura para decirnos qué pasó el 23F? ¿Quién estaba detrás del 23F? ¿Es cierto el relato de la Transición que todos estudiamos en el colegio en España? ¿Es cierto que usted se ofreció a ser ministro de ese Gobierno de unidad nacional? Se lo digo porque me ha sobrado tiempo y eso es lo que precisamente hemos perdido hoy aquí, el tiempo”.
Aunque Tamames llegó a quejarse de que le estaban dando lecciones, la cámara le criticó su revisionismo histórico, su ataque a la Ley de la Memoria, su negacionismo del cambio climático, la falta de contenido de su discurso y le recordaron su trayectoria vital escorándose progresivamente hacia la derecha y la ultraderecha. El nonagenario profesor criticó hasta la reforma laboral, y la subida del Salario Mínimo Interprofesional. El Tamames de hoy defiende la capitalización de las pensiones y la privatización de la Sanidad a través del trueque maneje de la colaboración público-privada.
El resultado de la votación tampoco dio sorpresas. Todo el Parlamento se pronunció en contra de la moción de censura de VOX-Tamames, excepto el PP, que se abstuvo, como ya había adelantado Feijoo semanas antes de saberse el nombre del candidato. VOX se quedó sólo con sus votos y su desvergüenza.
Fue una moción que resultó muy larga a todos, pero sobre todo al protagonista de la puesta en escena, tanto, que criticó de excesivas la duración de las intervenciones del presidente y la vicepresidenta del gobierno, que le retrasaron la hora de su comida. Aunque aguantó la intervención de todos los grupos parlamentarios pero no se dignó en responderles ni a tomar notas para hacerlo. Al final, poco antes de las votaciones, les despachó a todos con una respuesta global fundamentada básicamente en la opinión personal que tenía de cada partido. A Unidas Podemos se la saltó porque no contestó a ninguno de sus portavoces.