El proyecto de los neoliberales del PSOE para la reforma de la Ley General de la Comunicación Audiovisual eliminaba el reparto equitativo entre los tres sectores (comercial, público y social), marginando a las iniciativas sociales. Lo impidió la intervención de Unidas Podemos en la negociación parlamentaria, estableciendo en teoría la convivencia de los tres sectores aunque en la práctica la ley no lo permite al bloquear las licencias para el tercer sector.

El historiador y doctor en periodismo José Emilio Pérez Martínez recuerda en su libro La voz de las sin voz (*) que la persecución contra las iniciativas sociales en los medios de comunicación comenzó con los gobiernos del PSOE durante el felipismo y se mantuvo con los gobiernos del PP.

“Aunque la LGCA reconoce en teoría la posibilidad de la existencia de medios basados en iniciativas sociales -denuncia José Emilio Pérez Martínez-, las administraciones continúan negándole a las radios y televisiones comunitarias el acceso a licencias que normalicen su actividad”.

El felipismo “forzó la desaparición de las radios libres mediante una legislación restrictiva con sanciones desmesuradas”. Los grandes oligopolios de la comunicación “presionaron contra las radios que no se sometían al control del mercado” y el gobierno del PSOE impuso en 1987 “una herramienta de represión política de las radios libres” con la Ley de Ordenación de las Telecomunicaciones que bloqueó las licencias para el tercer sector.

Fue “una decisión política contra las reivindicaciones de democratización de la comunicación y por la vinculación de las radios libres con las movilizaciones que se enfrentaron con el gobierno del PSOE”.  

(*) La voz de las sin voz. José Emilio Pérez Martínez. Ediciones Sílex.