Que el concejal del PP de una localidad de Guadalajara, cercana a Madrid, haya dimitido por no sentirse apoyado por su partido cuando fue pillado entonando el Cara al Sol falangista en un lugar público de la capital castellanomanchega las pasadas navidades, no señala ni tregua ni cambio de dirección; ni siquiera táctica mediática ante las inminentes elecciones municipales y autonómicas de algunos territorios, ni mucho menos la voluntad de sus dirigentes a aplicar -aunque sea con la boca pequeña con vistas a ampliar votantes en las mismas-, la nueva ley de memoria ni siquiera a escala interna. Más bien parece ser la regañina del páter soberbio con discípulo al que han pillado infraganti realizando sus deberes: no vas a volver a ser candidato y te vamos a abrir un expediente… por tonto… podríamos concluir ante cómo parece haber finalizado el lamentable episodio con el comenzamos nuestra columna.

Una disculpa pública por su parte; al menos un… me equivoqué… es inconcebible para alguien que (entiende) tiene mando en plaza y, además, está conforme con el hecho tal cual fue.

Porque el PP, más allá de las amenazas de derogación anunciadas por sus máximos dirigentes contra esa Ley, mantiene con comodidad su vinculación de gobierno con la extrema derecha nacional no acomplejada en manifestar cuanto se le pasa por la cabeza, en territorios tan necesitados de mantener sus memorias como Andalucía o Castilla y León. Necesidad que las iguala al resto de los territorios, es evidente, para mejorar cuanto menos nuestra inmadura Democracia, pero donde encuentran un laboratorio abierto donde atajar y anular lo conseguido hasta el día de hoy en relación con esos derechos para las víctimas del franquismo, sus familiares y cualquier persona de bien que se precie de serlo.

Como botón de muestra, las propuestas de la candidata de VOX a la alcaldía de Sevilla con relación a la Oficina de Memoria que existe en esa capital, que se concreta en una: su cierre.

En un falso ataque de dignidad que la lleva a argumentarlo torticeramente como la reutilización en positivo para los vecinos de los recursos que se invierten en ello, en …una oficina de captación de inversión procedente de otros lugares de España y del extranjero. Muchos pequeños y medianos inversores que ven en Sevilla un lugar idóneo para hacer negocio y no saben dónde dirigirse, tendrán aquí una oficina de referencia que les ayude. Menos ideología [mensaje tan recurrente como vacío que les sirve para atacar al enemigo político] y más crecimiento… y que, según su parecer, interesa más a los sevillanos que los temas de memoria democrática. Esta oficina de captación de recursos atañe al aprobado Museo y Centro de Memoria Histórica de Andalucía que se construye en la antigua cárcel de La Ranilla y que los de VOX desean que no exista.

Estas declaraciones de la portavoz de extrema derecha van en coherencia evidente con la estrategia que tiene el partido para la desarticulación de un sistema democrático y de convivencia pacífica entre iguales y que les llevó, semanas antes, a presentar recursos de inconstitucionalidad, entre otras varias, contra la nueva Ley de Memoria por constituir, en base a su credo doctrinal, una violación masiva de derechos como el de ideología, pensamiento, expresión, fundación y asociación (se refiere a España y a su gobierno, no, por ejemplo, al ucraniano actual, por si alguien que nos lee no ha captado contra quien va dirigido el alegato), atentando, según esta premisa y como consecuencia de ello, contra la propia convivencia y la unidad nacional.

Camuflar las mentiras con un lenguaje aparatoso lleno de demagogia ya lo hacían los nazis antes de llegar al poder en Alemania. Está muy bien que lo recordemos para no manipular la Historia y seamos capaces de ver a cada uno en el sitio desde donde reclaman nuestra atención y, por los tiempos que corren, el voto.