Miles de personas se han manifestado este domingo en Sevilla para exigir al PP, que gobierna la Junta de Andalucía, que dé marcha atrás y retire su proposición de ley para aumentar regadíos en el entorno de Doñana, presentada junto a la extremaderecha. La protesta de las miles de personas que han asistido, han dirigido sus gritos contra el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), por impulsar el crecimiento de hectáreas de invernaderos de fresas a las puertas del parque.

“Doñana no se toca, Doñana se defiende” ha sido la principal consigna en la que han coincidido los participantes de la marcha que se han sumado a la convocatoria de la plataforma, cuya coordinadora está actualmente integrada por 42 entidades. Sus portavoces, miembros a su vez de Ecologistas en Acción, Greenpeace, Seo/Birdlife y WWF, principales organizaciones ecologistas en España, han intervenido en la clausura de la jornada, frente al Parlamento de Andalucía, invitando a adherirse a la ciudadanía y a las entidades al manifiesto que en estos días han ido difundiendo, y al que han dado voz este domingo José Chamizo y Kiko Veneno.

A las organizaciones sociales convocantes se han unido en la marcha partidos políticos como el Partido Comunista de Andalucía, Izquierda Unida o Por Andalucía. “Moreno Bonilla debe explicar sus políticas desaprensivas y el rechazo negacionista a la ciencia, que mal disimulan unos intereses electoralistas despreciables. No solo nos jugamos el futuro del parque nacional, sino también la viabilidad económica y social de la provincia de Huelva. Si cae Doñana, caerán la agricultura y el turismo de Huelva”, ha criticado Inmaculada Nieto, portavoz de Por Andalucía.

En ese sentido el coordinador general de IU Andalucía, Toni Valero, se ha mostrado convencido de que la proposición de ley “no va a ser el fin de Doñana pero sí puede ser el principio del fin de Moreno, al que se le ha caído la careta de moderado”. En este sentido, Valero ha apuntado que el presidente de la Junta “ha mostrado toda su soberbia y eso le ha llevado incluso a hacer el ridículo ante las instituciones europeas”.

“Andalucía está sufriendo una crisis climática sin parangón y está sufriendo una gestión absolutamente irresponsable del agua por parte del Gobierno andaluz”, ha subrayado, lamentando que “el agua es un bien escaso y muy preciado y en lugar de hacer una gestión del agua responsable, en función de la oferta, el Gobierno andaluz hace una gestión del agua en función de la demanda, lo cual es absolutamente insostenible”.

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