El coordinador federal de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha defendido este sábado que la coalición IU Convocatoria por Asturies forme parte de los gobiernos porque «al PSOE hay que empujarle muchísimo para que haga políticas de izquierdas».
En el acto central de la campaña de IU-Convocatoria por Asturias celebrado en Pola de Siero y acompañado por el candidato a las autonómicas, Ovidio Zapico, así como las cabezas de lista por las circunscripciones occidental y oriental, María José Miranda y Romina Gutiérrez, respectivamente, y la candidata a la Alcaldía de Siero, Alicia Álvarez. Garzón ha defendido «una izquierda plural» que sea «capaz de abordar los retos que hay por delante».
Así, el máximo dirigente de Izquierda Unida se ha mostrado convencido de que Convocatoria por Asturias obtendrá el 28 de mayo unos «excelentes resultados» gracias a «una cohesión ganada y trabajada«.
Además, ha admitido que «gobernar tiene sus complicaciones» como se ha podido ver en el Ejecutivo nacional de coalición entre socialistas y Unidas Podemos porque «al Partido Socialista hay empujarle muchísimo para que haga políticas de izquierdas, para que sea valiente y para que sea capaz de poner en marcha proyectos que son absolutamente necesarios para las familias y la clase trabajadora».
El ministro ha subrayado la necesidad de pelear por unos servicios públicos de calidad, en sanidad, educación y pensiones, porque los necesitan las familias trabajadoras y aportan «libertad» a las personas, pero no se pueden entender como «conquistas para siempre», ya que pueden sufrir retrocesos.
Garzón ha puesto en valor los logros que se han conseguido en la actual legislatura, como una reforma laboral consensuada para mejorar las condiciones y reducir la precariedad o la subida del salario mínimo, algo que desde algunos sectores fue rechazado como si fuera «poco menos que el apocalipsis» o el camino «a la quiebra». Desde entonces, ha remarcado, el país ha seguido funcionando y se ha logrado mayor igualdad, lo que demuestra que «no había un problema técnico» sino que se trataba de una «voluntad política» que gobiernos anteriores no tuvieron.
Garzón también se ha referido al reto que representa la crisis climática y ha defendido una transición energética que reduzca la dependencia de los combustibles fósiles. Sin embargo, ha admitido que «esa transición energética se puede hacer de muy diferentes formas«, ya que las puede «dirigir un oligopolio» de empresas o «se puede hacer en comunidad teniendo en cuenta los intereses locales y las necesidades sociales del territorio».
También ha expresado su rechazo a cualquier «negacionismo climático», ha dicho que hay que tomarse «muy en serio todas las interrelaciones» que existen entre las crisis económica, climática, social o política, y ha remarcado que «todo eso comienza desde lo local«, y de ahí la importancia de unas elecciones en las que «el voto de un rico y el voto de un pobre valen lo mismo».
Por su parte, Zapico ha subrayado que lo que está en juego el 28 de mayo es cuánta izquierda habrá en el futuro gobierno autonómico, al considerar que el PP no va a sumar suficientes escaños para gobernar aunque sumara los de Vox.
En su opinión, el próximo Ejecutivo ya no va a poder recurrir a la «geometría variable» que le ofrecía la presencia de Ciudadanos ni va a tener «esa correa de transmisión con lobbies empresariales» a la hora de aprobar leyes a su juicio lesivas, como la de Calidad Ambiental, que el coordinador de IU de Asturias se ha propuesto derogar en cuanto haya posibilidad.