Encarrilamos la recta final de la campaña electoral. Estamos desgranando diferentes puntos clave de la región y la ciudad de Madrid con las candidatas. En su momento hablamos con Yolanda Rodríguez sobre vivienda. Hoy pretendemos entender la propuesta de modelo económico e industrial para la región de Madrid y entrevistamos a Carolina Cordero, la candidata de Izquierda Unida a la Asamblea de Madrid, perteneciente a la candidatura de Podemos – IU – Alianza Verde. Trabajadora del sur de Madrid, su vida ha estado siempre vinculada al activismo social y al sindicalismo de clase. Los últimos 4 años he sido Teniente de Alcalde de Parla, encargada de las áreas de Participación, Medio Ambiente, Infancia y Adolescencia.
Los sindicatos concuerdan en señalar la nula aplicación del Plan Industrial 2019-2025 como paradigma de las políticas industriales del PP en la región. ¿Qué radiografía nos puedes hacer sobre el modelo económico de la región, y en concreto el papel de la industria?
El Partido Popular tiene un modelo económico que se fundamenta en promover la especulación y las burbujas del sistema. Por una parte, promueve la conversión de Madrid en una city financiera, fomentando que se asienten en nuestra región los elementos del sector servicios que menos empleo generan y mayor nivel de acumulación promueven entre sus directivos y accionistas (consultoría, sector financiero etc.). Por otra parte, sigue arraigada la cultura del ladrillo, de la especulación inmobiliaria, sea mediante promover que fondos buitres y SOCIMIs exploten cientos de viviendas en alquiler, sea mediante la construcción sin fin.
En ese sentido, al PP le sobra la Industria y lo ha demostrado recalificando en la última década la mitad del suelo industrial en suelo urbanizable y residencial. Han promovido activamente la infraestructura industrial de nuestra región. Y el Plan Industrial, a pesar de estar negociado y acordado con los sindicatos de clase, se está quedando en papel mojado, por la ausencia de voluntad del gobierno de Ayuso de cumplirlo y desarrollarlo.
Profundizando respecto a vuestras propuestas para la reindustrialización, quería hacerte algunas preguntas:
¿En qué modelo energético debe sostenerse la economía madrileña?
A nadie se le escapa que la Comunidad de Madrid, por sus características territoriales y la alta densidad de población es un consumidor neto de materias primas y recursos esenciales. Tanto en la vertiente energética como en la vertiente alimentaria, operamos como una región completamente deficitaria. No va a ser posible nunca alcanzar un balance equilibrado por la alta densidad de población, en comparación con la baja extensión de suelo útil para la actividad agropecuaria o el bajo nivel de capacidad de generación de potencia energética para autoconsumo o distribución en comparación con lo consumido.
Pero esto no implica que no exista ninguna capacidad de transformar esta situación. Una de nuestras propuestas es la del desarrollo de entornos productivos pensados desde la economía circular y el reciclaje y la reutilización de materiales. Por otra parte, la economía de proximidad minimiza costes de distribución y transporte, y conlleva tanto una reducción del deterioro de las materias como un gran ahorro energético.
Además, Izquierda Unida apuesta claramente por la nacionalización del sector eléctrico, desde una perspectiva integral y de ámbito estatal, que optimice las capacidades del conjunto del país. En lo regional propugnamos la creación de redes de distribución y aprovechamiento energético en todos los edificios públicos, industriales y residenciales donde sea posible, y también promoveremos las instalaciones de captación de energías renovables en terrenos baldíos o erosionados.
¿Qué papel tiene la formación para que los trabajadores tengan acceso a vuestro modelo industrial?
Conseguir un empleo estable y de calidad vinculado al sector industrial no pasa solo por la reindustrialización, sino por la formación continua para garantizar que las innovaciones productivas no dejan a nadie atrás, y que pasado el impulso público no se desmantelan o deslocalizan estas capacidades industriales. Para ello proponemos la estrecha conexión entre el sector industrial y la Universidad, la Formación Profesional, los centros científicos y de investigación. Con esa conexión promoveremos tanto la formación continua en el entorno y horario laboral, como la transferencia tecnológica y de conocimientos desde el entorno educativo hacia el entorno laboral.
Estamos viendo cómo diferentes industrias de capital privado se están marchando. Estas empresas abandonan tras haber recibido cientos de millones en ayudas durante años. Al mismo tiempo vemos cómo surgen los conflictos laborales en la industria madrileña. Despidos improcedentes, acoso laboral, EREs, etc ¿Qué modelo industrial planteáis para evitar o luchar contra estas situaciones?
El Partido Popular, al igual que el PSOE cuando ha gobernado, ha dejado pasar por alto las infracciones de las grandes empresas. Han seguido concediéndoles regalos fiscales y contratos públicos multimillonarios. Por lo tanto, son cómplices directos de las acciones de estas multinacionales.
Tanto la concesión de ayudas y subvenciones como en general cualquier programa de inversión pública debe estar directamente condicionado al estricto cumplimiento de todos los derechos fundamentales. Solo se pueden garantizar puestos de trabajo estables y de calidad reforzando el marco de negociación colectiva, garantizando todos los medios necesarios a la Inspección de Trabajo y compartiendo datos entre diferentes administraciones (Agencia tributaria, Hacienda autonómica, Seguridad Social, etc.). Nosotras apostamos por no conceder ni un euro público ni ninguna exención fiscal o en la Seguridad Social a quién haya sido condenado por vulneración de derechos fundamentales y malas prácticas en el ámbito laboral.
¿Cómo puede la industria ser un elemento estratégico para el reequilibrio territorial?¿Qué papel jugaría la red de transporte en esto?
Actualmente el grueso de las instalaciones de alto valor añadido y de innovación productiva se agolpan en el Norte y el Oeste de nuestra región. Estas zonas, además de ser las que mayores niveles de renta tienen, cuentan con las menores tasas de desempleo. Por otra parte, el grueso de las industrias desmanteladas de la Comunidad se concentran en los municipios del Sur y del Henares. El reequilibrio territorial pasa necesariamente por revertir esta situación, por diseñar las inversiones estratégicas para que se concentren en las zonas de menor renta y con mayor tasa de desempleo. Igualmente es necesario vetar que las industrias más contaminantes o con emisiones potencialmente peligrosas en términos ecológicos y de salud se sigan concentrando en los barrios y municipios obreros de la región.
El diseño de las infraestructuras juega un papel importante en la reindustrialización. No es casualidad que en un país con una muy deficiente red ferroviaria en materia de transporte de mercancías las únicas capacidades industriales se agolpen en torno a las principales autovías. En nuestra región hay una parada de metro en casi todos los centros comerciales, pero ni una sola en un polígono industrial. Para mejorar la conectividad de mercancías y trabajadores optimizaremos los accesos a polígonos en transporte público y desarrollaremos la red de trenes de cercanías y mercancías.